El ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, Alejandro Finocchiaro, recibió esta tarde en el Palacio Sarmiento a Hanan Al Hroub, la profesora palestina que fue reconocida en 2016 con el Premio Global a la Enseñanza de la Fundación Varkey.

“Sabemos lo que es educar en condiciones difíciles y te admiramos por el trabajo que hacés en un lugar tan difícil”, le dijo el Ministro a la docente.

“Gracias por la invitación. No tengo palabras para explicar lo que estoy sintiendo. He sido muy bien recibida por los maestros aquí. Me siento en mi casa y como si estuviera con familia. Estoy muy feliz de que conozcan mi país y mi gente”, expresó la docente.

Hanan creció en Dheisheh, un campo de refugiados en las afueras de Belén. Al comprobar que las escuelas locales no contaban con docentes capacitados para ayudar en la rehabilitación de niños en situaciones de violencia y en contexto de guerra, ella comenzó a implementar un método de enseñanza que fomenta relaciones de confianza, respetuosas, honestas y afectivas con sus alumnos y enfatiza en la importancia de la alfabetización.

“Tengo que ayudar a mis alumnos a sobrevivir y a protegerse de lo que sucede fuera del aula. Esta tarea es muy difícil porque la cabeza de ellos está en lo que pasa en el exterior y no en aprender”, le contó Hanan a Finocchiaro.

“Hay mucha violencia afuera, pero en mi aula hay paz, alegría y los chicos descubren su niñez allí", agregó la maestra a lo que el Ministro señaló: “Necesitamos más docentes como usted porque su paz en el aula se proyecta hacia afuera”.

La maestra palestina se mostró muy interesada por la educación argentina y por el trabajo que se está llevando desde el Gobierno nacional. Respondiendo a su inquietud, la secretaria de Innovación y Calidad Educativa, Mercedes Miguel, -también presente en el encuentro- le contó que la metodología de trabajo es de forma federal con todas las jurisdicciones del país y ejemplificó con el Plan Nacional Aprender Matemática.

Al finalizar la charla, la docente le preguntó a Finocchiaro cuál es el mayor desafío que él tiene como ministro y este respondió: “El principal desafío es que un chico o una chica, sin importar el lugar geográfico de dónde viene ni su nivel social, pueda elegir lo que quiere ser en la vida, su propio destino”.