Presidencia de la Nación

Es una realidad la nueva unidad penal federal en Mendoza

Es la primera cárcel federal que se construye en siete años. Está ubicada en Cacheuta, Luján de Cuyo, y tiene más de mil plazas e incluye áreas para la educación y el trabajo.

En Mendoza se vivió un hecho histórico: se inauguró la primera cárcel federal en siete años (las últimas habían sido creadas en 1991 y 2011). Del acto de apertura del Complejo Penitenciario Federal VI de Cacheuta, ubicado en Luján de Cuyo, participaron el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, y el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo.

Garavano reconoció que se trató de un proyecto que estuvo abandonado varios años, pero “con el esfuerzo del gobernador y de todo su equipo junto al personal del Ministerio de Justicia de la Nación logramos revertir la situación”, destacó. Lo acompañaban el secretario de Justicia de la Nación, Santiago Otamendi, y el subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios, Juan Bautista Mahiques.

El complejo, pensado como lugar de reinserción social y no sólo de reclusión, tendrá 1.072 plazas e incluye áreas para la educación y el trabajo. Desde hoy ya quedaron habilitadas 250 plazas.

El ministro explicó: “Teníamos el deber y la obligación de poner en marcha este complejo, y lo hemos logrado en tiempo record y con altísimos niveles de calidad”. “Se suma al trabajo que realizamos para el traslado de la U9 de Neuquén. El próximo paso será el de Devoto hacia Marcos Paz. Desde el Ministerio desarrollamos una política penitenciaria que nos permite cumplir con deudas que teníamos con la sociedad”, señaló el ministro.

“El Estado está volviendo a funcionar en servicios básicos. Esta construcción es representativa, ya que se certificó un avance de obra que no era real. Tuvimos que volver a armar contratos y pudimos sacar adelante juntos con la Nación este proyecto y contratar a otra empresa para poder terminar la obra”, dijo a su turno el gobernador Cornejo.

El predio inaugurado tiene 34 mil metros cuadrados de superficie: incluye el Instituto Penitenciario Federal de Cuyo para varones, el Instituto Correccional de Cuyo para mujeres y el Instituto Abierto. Tiene además sectores destinados a la educación y al trabajo, con zonas diferenciadas para procesados y condenados.

La unidad penal estará destinada a procesados y condenados por la Justicia Federal con asiento en Mendoza que se encuentren en establecimientos penitenciarios provinciales. Recibirá además a procesados y condenados por la justicia provincial considerados de alto riesgo.

Una política integral

“Hay más de 120 personas que ya están trabajando aquí y que fueron trasladados e hicieron un esfuerzo muy grande para estar aquí. Queremos trasladar la cárcel de Devoto a Marcos Paz y en Neuquén también sacamos una cárcel del centro urbano”, agregó Garavano en el acto, donde estuvo acompañado además por los ministros de la Suprema Corte de Mendoza, José Valerio, Dalmiro Garay y Jorge Nanclares.

“La finalidad del sistema penitenciario es buscar la reinserción social de las personas que cometieron un delito para que salgan de una vez por todas de ese ámbito”, agregó Garavano.

“Hemos desarrollado en estos tres años controles electrónicos, hoy hay más de tres mil personas siendo monitoreadas en todo el país con estos dispositivos. Esto no sólo evita costos sino que también genera mejores oportunidades de reubicación social. Estamos abordando una política integral de seguridad, justicia y tratamiento penitenciario que va en línea con la que está desarrollando Cornejo y que ha dado tan buenos resultados”, concluyó el ministro.

El diseño de la obra tuvo en cuenta el concepto de cárcel como un lugar de reinserción social y no de reclusión. Se planea que las condiciones inherentes al tratamiento que indica la ley y garantizando la provisión de higiene, vestimenta, ropa, alimentación, seguridad y asistencia profesional, se implemente para los internos que allí se alojen.

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