En Río Turbio trabajan en la formulación, elaboración y evaluación de raciones artesanales de alimento para aves
La Agencia de Extensión Rural INTA Río Turbio trabaja en la formulación, elaboración y evaluación de raciones artesanales para gallinas ponedoras (Negra INTA). El objetivo es desarrollar alimentos que incluyan insumos locales para las fases de cría, recría y postura. Los técnicos del INTA evaluaron el efecto del alimento en la la tasa de postura, como así también la determinación de calidad de huevo a través de diferentes parámetros físicos.
Uno de los responsables del trabajo, el Tec. Agr. Pablo de Brea explicó que el trabajo se desarrolla “con el objetivo de generar alimentos artesanales utilizando cultivos adaptados a la zona, y así reducir los costos de alimentación”.
Para la elaboración de las raciones se utilizó expeller de soja, maíz molido, premezcla, sal y fitasa, como así también cebada y arveja producida en la Cuenca Carbonífera. La ración se arma a partir de una combinación formulada en función de las necesidades y la etapa de desarrollo de las aves.
En la fase de postura, los técnicos dividieron un plantel homogéneo de aves en dos grupos: uno alimentado con raciones artesanales y otro con raciones comerciales. Durante los tres meses en los que se extendió la prueba, ambos grupos lograron una tasa de postura promedio del 70%, con picos diarios del 94%. En las fases de cría y recría las aves alcanzaron una ganancia de peso vivo comparable a la de aves alimentadas con balanceados comerciales, promediando 200 gramos en cría y 600 gramos en recría.
Además, muestras de las raciones fueron enviadas al laboratorio de INTA Pergamino para analizar su calidad nutricional, incluyendo porcentajes de proteína, calcio, grasa y fósforo. El equipo de la Agencia también registró parámetros físicos de calidad del huevo, como altura y color de yema, peso de cáscara, pH de la clara, talla y flotabilidad. Estos datos permiten ajustes constantes en la formulación de las raciones.
De Brea indicó que “A través de los resultados obtenidos, podemos decir que la ganancia de peso vivo en las anteriormente mencionadas etapas productivas, fueron similares al de las aves alimentadas con balanceado comercial en otros establecimientos, aproximadamente un promedio de 600 gramos en recría y 200 gramos en cría, cumpliendo nuestras expectativas”.
Explicó que “en el marco de los trabajos realizados, también registramos diferentes parámetros físicos de calidad de huevo, como altura y color de yema, peso de cascara, PH en clara, talla y flotabilidad del mismo, todo esto nos permite ir realizando ajustes constantes en la formulación y elaboración de raciones”.
“Este proyecto forma parte de un contexto más amplio, en donde a través de ensayos de especies forrajeras, estudiamos la adaptación zonal, rendimiento y calidad de especies que se desarrollan de forma favorable en el Sud Oeste de Santa Cruz tales como arveja y cebada”, expresó.
Las evaluaciones se realizaron en conjunto con productores de Río Turbio y 28 de Noviembre. Desde la Agencia agradecieron a los productores que siempre acompañan en cada actividad y destacaron el rol del Centro Multiplicador de Aves de la EEA Santa Cruz. Estos trabajos se realizaron en las chacras “La Porfiada” de Cristina y Omar, “El Negro” de Ricardo Ojeda, “El refugio de Fran” de Francisco Geres y “Chacra 23 B” de Fito Armendariz y Tito Piccinini.
Este proyecto es parte de un esfuerzo más amplio de INTA Río Turbio, que incluye ensayos de adaptación, rendimiento y calidad de especies forrajeras como arveja y cebada en el sudoeste de Santa Cruz. La colaboración con productores locales y el equipo de INTA es esencial para el éxito de estas investigaciones, que buscan mejorar la producción avícola en la región.