En Los Antiguos se instaló una deshidratadora en la Cooperativa El Oasis para el aprovechamiento de la producción frutícola
En el marco de la búsqueda de alternativas productivas para el sector frutícola, la Agencia de Extensión Rural del INTA en Los Antiguos trabajó en la puesta en marcha de una deshidratadora, que fue instalada en la Cooperativa El Oasis. La iniciativa surge como una estrategia para dar valor agregado a la fruta que no se comercializa en fresco, permitiendo su conservación a largo plazo y diversificando su aprovechamiento.
El equipo -que demandó una inversión cercana a los 20 millones de pesos- fue adquirido a través de un Proyecto Federal de Innovación (PFI), gestionado por el INTA y financiado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la provincia de Santa Cruz. La cooperativa El Oasis fue seleccionada como beneficiaria debido a su organización formal y cumplimiento de los requisitos administrativos necesarios para acceder a este tipo de equipamiento.
Para el Ing. Fernando Manavella, de la Agencia de Extensión Rural Los Antiguos, “el acceso a esta tecnología representa una oportunidad para fortalecer la producción local y explorar nuevos mercados, como el de cereza pasa con características específicas de color y textura”.
El extensionista del INTA estimó que “la articulación entre el INTA y los productores permitirá avanzar en el desarrollo de productos diferenciados y con valor agregado, impulsando la sostenibilidad del sector frutícola en la región”.
La deshidratadora cuenta con dos cámaras de secado que funcionan con un sistema de flujo de aire caliente regulable, lo que permite adaptar el proceso según el tipo de fruta y sus características específicas. En las primeras pruebas, se procesaron alrededor de 60 kg de cereza y menores cantidades de frambuesa, frutilla y damasco, con resultados alentadores en términos de calidad y conservación de los productos.
Desde la agencia del INTA, se brinda apoyo técnico para la optimización del uso de la máquina y el desarrollo de protocolos de secado para distintas variedades de frutas. Además, se trabaja junto a la cooperativa en la determinación de costos operativos, con el objetivo de que la deshidratadora pueda ser utilizada tanto por sus socios como por otros productores de la región, bajo un esquema de tarifas que cubra gastos de energía y operación.
En este sentido, Manavella adelantó que “desde el INTA nuestro rol sigue siendo técnico: vamos a seguir probando y evaluando el deshidratado de frutas, para desarrollar procedimientos que nos permitan contar con productos de calidad, en función de la materia prima que haya en la localidad”.