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Elvira Espejo Ayca: “Los bienes culturales no son objetos, sino sujetos”

Figura convocante y de referencia en la tercera edición de “Los Patrimonios son Políticos”, en la ciudad de Santiago del Estero, presentamos en esta nota una aproximación a su pensamiento sobre lo patrimonial, el bien cultural y la función de los museos en el siglo XXI.


Elvira Espejo Ayca nació en Ayllu Qaqachaca, Departamento de Oruro, en 1981. Es artista plástica, escritora, música, narradora oral, experta en textiles originarios, hablante de aymara y quichua, actualmente es directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore en La Paz, Bolivia. Publicó en coautoría los libros Hilos sueltos: Los Andes desde el textil (2007), Ciencia de las Mujeres (2010), Ciencia de Tejer en los Andes: Estructuras y técnicas de faz de urdimbre (2012) y El Textil Tridimensional: El Tejido como Objeto y como Sujeto (2013). Ganó el primer premio Eduardo Avaroa en Artes, Especialidad Textiles Originarios (La Paz, 2013). Recibió el primer premio Fomento a la Creación Nativa en Literatura en el marco del V Festival de Arte Sur Andino Arica Barroca Chile (2018). En 2020 Goethe-Institut reconoció su labor.

Su trabajo al frente del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF)

“Ha sido muy importante llegar al museo. El museo nació con un nombre muy despectivo en 1962, lo llamaban Museo de Arte y Artesanía Popular y en 1974 cambió a Museo Nacional de Etnografía y Folklore, con lo cual yo tampoco estuve de acuerdo. Cuando llegué en 2013 hablamos de que debería llamarse Museo Nacional de Cultura del Estado Plurinacional de Bolivia. Estamos esperando su actualización y esperamos se pueda hacer pronto.

Es necesario ver que el museo no es solamente el lugar donde resguardar los bienes culturales y documentales sino un lugar donde hacer investigación y poder apoyar a la educación con una información más cercana a lo que se tiene en términos de colección común.

Hoy en día un museo tiene que entrar en esa acción de poder comunicar lo que realmente tenemos como país. Muchos países tienen almacenadas piezas arqueológicas históricas que no se han visto en la vida. Creo que es necesario poder mostrarlos pero acompañado de una buena investigación sobre qué son, de dónde vienen, y cómo esto puede ayudar a la sociedad a repensarse y, además, poder ayudar a los jóvenes, a las nuevas generaciones a ser claras en términos de quiénes son y de dónde son. Tenemos una raíz y muchas veces somos los que negamos esa raíz. Por eso creo que es bien importante que los museos nos muestren estas realidades”.

La inclusión de piezas patrimoniales en museos

“Entrar al museo, con estas colecciones, no siempre puede ser desde la antropología y la arqueología sino más bien ver desde una diversidad. Ver lo tanto desde lo arqueológico e histórico, que es importante, pero también ver la dinámica de las nuevas creatividades que generan nuevas fuentes de conectividad entre lo arqueológico y lo contemporáneo moderno.

En ese sentido, creo que es un tema para debatir desde una amplitud de acciones como, por ejemplo, la lectura ya sea antropológica o arqueológica que sea también acompañada con el tema lingüístico. El tema lingüístico es muy importante para poder entender, por ejemplo, las ontologías de la terminología sobre los bienes culturales a los que no llamamos objetos porque para nosotros son sujetos. Las comunidades desarrollaron sus propios lenguajes, ciertas terminologías muy importantes para poder entenderlo. Entonces creo que es más amplio de lo que se piensa".

Cómo descolonizar el discurso museológico

"No hay que olvidar que nuestros territorios fueron multiculturales, pluriculturales, una diversidad amplia, y después de la colonia se han cortado estas formas de ver porque pensamos la cultura como monopolio, entendida desde el mercado. Pero cuando hablamos desde la diversidad de la cultura, esto nos habla de decolonialidad, de repensarnos. Por ejemplo, para nosotros desde Bolivia ha sido muy importante mirar no solamente desde la teoría de la academia construida desde la esencia de lo racional, con terminologías griegas o latinas que son sus fuentes, sino pensar un poco desde las lingüísticas de las propias comunidades como las desarrollaron, en este caso con el quechua por ejemplo. Cuando hablamos de estas terminologías de quechua, puede ser también guaraní, aymara y otras lenguas de comunidades, esto nos reorienta y el giro epistemológico es realmente muy distinto".

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