Hace 136 años nacía el primer cuerpo de Bomberos Voluntarios de La Boca que, con carretas tiradas por caballos por calles de tierra, se apresuraban a darle fin a los incendios que se repetían con frecuencia en los conventillos de la zona. Hoy, con una pandemia provocada por un nuevo virus que aún no tiene vacuna ni tratamiento, se apresuran a brindar su servicio cuando la comunidad los necesita.

“Nuestro trabajo en la pandemia, como el de toda población, cambió. Además de las intervenciones de rutina, cuando salimos siempre estamos con el pensamiento y la atención de que toda persona puede tener COVID-19”, describió el comandante Juan Carlos De Luca de Bomberos Voluntarios de La Boca, que participó hoy en el reporte diario sobre el nuevo coronavirus en honor al Día Nacional del Bombero Voluntario.

Para minimizar la propagación del virus, los bomberos cuentan con un protocolo de acceso con pautas de higiene y descontaminación. Además redujeron el equipo que puede ingresar al cuartel de 90 a 40, mientras el resto realiza tareas en forma remota. “Se hace difícil porque el cuartel a lo largo de los años se vuelve una segunda casa, pero es la única forma de cuidarnos y cuidar a los demás”, asegura De Luca.

Para las intervenciones utilizan protección facial y ocular, barbijos N95 y guantes de nitrilo y cuentan con ducha de descontaminación.

Finalmente, el comandante envió un saludo en este día a los “colegas de los 1.000 cuerpos que forman el sistema de Bomberos Voluntarios de Argentina integrados por 44.000 hombres y mujeres”.