A dos años de la creación del Registro Federal de Cultura (RFC), se presenta el Informe 2021-2022 que pone a disposición pública los datos producidos y explica el funcionamiento de esta plataforma como la primera que unifica, transparenta y democratiza las convocatorias del Ministerio de Cultura de la Nación, además de aportar información que sirve como insumo para la mejora continua de las políticas implementadas.

El trabajo se enmarca en una serie de acciones de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión que contribuyen a la documentación de los procesos de diseño, implementación y evaluación de políticas, con el propósito de promover la reflexión acerca del diseño de políticas públicas que amplíen derechos.

La decisión de hacer públicos los datos a través del informe es, además, una acción de transparencia de gestión y representa un servicio a la comunidad en tanto permite que gestores/as culturales de otros niveles del Estado y del ámbito privado cuenten con información para sus propios proyectos y estrategias.

Es para destacar el análisis de los datos que aportan las personas al momento de inscribirse y las lecturas transversales realizadas a la luz de las prioridades y lineamientos estratégicos que orientan esta gestión de gobierno: federalismo, trabajo y economía de la cultura, diversidad cultural; y géneros y diversidad.

El Registro Federal de Cultura es el primer registro administrativo del Ministerio en incorporar preguntas acerca de la identidad de género, la pertenencia a pueblos indígenas y afrodescendientes.

También permite obtener datos sobre el carácter multidisciplinar del quehacer cultural. Por ejemplo, en el caso de escénicas el 31% de las personas se desempeñan en varias disciplinas:

Luego, se analizan los aportes del Registro a dos experiencias concretas de gestión. Primero se describe el caso del Programa Puntos de Cultura, en el que la incorporación al Registro permitió construir una base de datos histórica (2011-2021) de las organizaciones beneficiarias en 10 años de existencia del programa, además de aportar información certera sobre la situación actual de las organizaciones registradas.

A su vez, de las 53 convocatorias implementadas 11 se constituyen como una experiencia inaugural en la que el Ministerio abre las puertas a hacedoras/es culturales de todo el país, de la programación de sus espacios de gestión como son el Centro Cultural Kirchner, el Parque Tecnópolis y el Centro Cultural Borges. Situar danza fue la iniciativa transversal a los tres espacios, para la que se recibieron más de 600 proyectos, entre los que se seleccionaron cincuenta y siete que formarán parte de la programación 2023. El 95% de los proyectos seleccionados son grupales, y, en total, suman 326 trabajadores y trabajadoras de la danza beneficiados.

El Registro Federal de Cultura se presenta también como una herramienta de gestión que permite integrar y unificar procesos de trabajo, consolidar políticas públicas al servicio del bien común e incorporar la ética de la función pública como una dimensión central. Se dictaron 53 talleres a los equipos responsables de los programas, 32 talleres virtuales abiertos a la comunidad y 15 charlas presenciales en diferentes provincias del país.

En síntesis, el informe da cuenta de cómo, en estos dos años, el Registro se consolidó como herramienta que contribuye a la transparencia de los procesos y la mejora de los tiempos de gestión, como así también a la construcción de un Estado estratégico, presente y democrático.