La ampliación y refuncionalización del sistema de recolección y tratamiento de efluentes cloacales del Gran Mendoza, cuenca el Paramillo, avanza a paso firme. Este es uno de los establecimientos más importantes que posee la provincia para el tratamiento de líquidos cloacales y la necesidad de ampliarlo surge a partir del marcado aumento demográfico que atraviesa la zona, especialmente en los departamentos de Guaymallén, Luján de Cuyo y Maipú.

Esta obra que cubría las necesidades de saneamiento de aproximadamente 480 mil mendocinos y mendocinas, una vez finalizadas las refacciones, extenderá su capacidad pudiendo cubrir a 300 mil personas más. Sin embargo, para alcanzar el objetivo son necesarias una serie de obras complementarias.

Una de ellas es el colector Boedo Ponce, que incluye un colector cloacal de 20km de poliéster reforzado de fibra de vidrio; empalmes en los principales colectores sobre su traza; apertura y relleno de zanjas, donde se contemplan la rotura y reparación de 25 km de pavimentos en diversas zonas; y 150 bocas de registro a lo largo de toda la obra y 2 bocas especiales en las cuales se instalará el sistema de medición de caudales y transmisión de datos.

Es necesario destacar, que la planta en cuestión abarca un sistema de tratamiento integrado por una unidad de pretratamiento de desbaste con rejas de limpieza automática y una estación de bombeo. Asimismo, el tratamiento secundario se logrará mediante ocho series de lagunas de una superficie total de 48 hectáreas. En ese sentido, estos trabajos se encuentran complementados por varios subsistemas relacionados con el funcionamiento de las distintas lagunas.

Del mismo modo, también se encuentran en construcción distintas obras y sistemas complementarios como caminos de circulación interna y el acceso a planta de tratamiento, un sistema de iluminación interna, una red para monitoreo de calidad de napa, y por último el cierre y el arbolado perimetral.

Finalmente, cabe resaltar que la planta en cuestión cuenta con un avance estimado del 62.16% y el colector con uno del 89.95%. Ambas se realizan gracias a una inversión de $3.201 millones y $835 millones, respectivamente, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante el programa PAyS II.