Presidencia de la Nación

El ministro Claudio Moroni pidió ante la OIT dar los pasos concretos para restablecer los valores de la Justicia Social y de la dignidad del trabajo para garantizar el crecimiento de todas las personas

El titular argentino fue elegido presidente de la Conferencia Internacional del Trabajo de este año. Desde hoy y hasta el 11 de junio, los representantes de los gobiernos, los trabajadores y los empleadores de los 187 Estados miembros de la OIT debaten los temas del mundo del trabajo en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT).


El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cargo de Claudio Moroni, participa de la 110ª Reunión de la Conferencia Internacional de la OIT que se desarrolla en la ciudad de Ginebra, Suiza.

La Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) establece las normas internacionales del trabajo y las políticas generales de la OIT. Es también un foro de discusión de las principales cuestiones sociales y laborales. Cada Estado Miembro está representado por dos delegados del gobierno, de los empresarios y de los trabajadores. Este año, la seguridad y la salud en el trabajo, el aprendizaje y la economía social y solidaria son algunos de los puntos del orden del día de la Conferencia.

En la sesión inaugural, el titular de la cartera laboral argentina inició su alocución recordando que “mi país fue uno de los 42 fundadores de la OIT, impulsor de las primeras normas internacionales del trabajo, ratificante de todos los Convenios de los Derechos Fundamentales del Trabajo. Continuando con esa tradición, la gestión de nuestro gobierno se sustenta en el tripartismo y en el diálogo social que caracteriza a esta Organización. Se trata de una Conferencia especial porque es la primera luego de la pandemia que está dejando en todas nuestras comunidades secuelas emocionales, sociales, económicas y culturales”.

“Se han exacerbado las desigualdades y las situaciones de pobreza que están perpetuando formas de convivencias injustas, por falta de opciones para el desarrollo, punto de partida de cualquier aspiración a establecer una agenda que ponga en el centro a las personas.”
“Llevar a la práctica la ‘nueva normalidad’ que tanto pregonamos, colocando a la persona en el centro de nuestras preocupaciones, requiere concretar, de manera urgente, políticas inclusivas y un sistema de normas y acuerdos internacionales que impulsen el crecimiento con una distribución equitativa de su resultado.”

“No es aceptable que la arquitectura financiera internacional sea la que marque los desequilibrios y no acompañe a la economía real. Debemos poner fin a esta situación injusta. Resulta imprescindible que los créditos internacionales apoyen los procesos de desarrollo a los que me referí anteriormente. Crecimiento sostenible y distribución equitativa son conceptos que merecen ser repetidos aun cuando la correcta retórica del discurso se vea afectada.”

“No es posible seguir sosteniendo recetas económicas que condicionan la dignidad de las personas y condenan a aquellas familias que se encuentran más necesitadas.”

“Con este espíritu de búsqueda de realizaciones, de hechos, debemos abordar los temas que tratará esta Conferencia, de impostergable consideración para cualquier modelo de desarrollo, como es la incorporación de la Seguridad y de la Salud en el trabajo como derecho fundamental, porque hace a nuestra ciudadanía laboral. También las formas de aprendizaje, para un mundo cada vez más competitivo y demandante, de una fuerza laboral adaptada a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de producción solidarias, que incorporen condiciones de trabajo dignas para dar respuesta a las crecientes demandas de nuestros empleadores, empleadoras, trabajadoras y trabajadores.”

Concluyendo sus palabras como Presidente de la Conferencia Internacional del Trabajo, Moroni sostuvo: “los diagnósticos han sido hechos y los objetivos definidos. Ahora tenemos que llegar a esta Conferencia decididos a dar los pasos concretos para restablecer los valores de la Justicia Social, de la dignidad del trabajo y la prevalencia del capital productivo, frente a cualquier otra opción que desnaturalice los fundamentos de un contrato social que, a través del diálogo, respete las identidades del capital y el trabajo, y garantice el crecimiento de todas las personas. Es hora de demostrar mediante nuestro compromiso que esta meta no existe solo a nivel discursivo sino que se encuentra en el efectivo camino de su realización”.

Las funciones de la Conferencia, también conocida como el parlamento mundial del trabajo, son varias:
-En primer lugar está la de elaborar y adoptar normas internacionales del trabajo, que revisten la forma de convenios y recomendaciones. Los convenios son tratados internacionales que, una vez adoptados, se someten a la ratificación de los Estados Miembros. La ratificación crea una obligación jurídica de aplicar las disposiciones del convenio de que se trate. Por su parte, las recomendaciones pretenden orientar la acción en el plano nacional, pero no están abiertas a la ratificación ni son jurídicamente vinculantes.
-La Conferencia también supervisa la aplicación de los convenios y recomendaciones en el plano nacional. Examina las memorias que todos los Estados Miembros han de presentar para facilitar información detallada acerca del cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud de los convenios que han ratificado, y acerca de su legislación y práctica respecto de los convenios (ratificados o no) y recomendaciones sobre los cuales el Consejo de Administración haya solicitado la presentación de memorias.
-Desde la adopción, en 1998, de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, otro cometido importante de la Conferencia es el examen del Informe Global preparado por la Oficina en virtud de los procedimientos de seguimiento establecidos por la Declaración. A lo largo de un ciclo de cuatro años, la Conferencia examina por turnos los informes globales que abarcan los cuatro derechos fundamentales, a saber: a) libertad sindical y de asociación y reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; b) la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; c) la abolición efectiva del trabajo infantil, y d) la eliminación de la discriminación en el empleo y la ocupación.
-La Conferencia es además un foro en el que se debaten con entera libertad cuestiones sociales y laborales que revisten importancia para el mundo entero. Los delegados estudian la evolución del progreso social en el mundo, pero el tema central es la Memoria que presenta cada año el Director General de la OIT. Durante los últimos años, estas memorias han tratado los temas siguientes: Trabajo Decente (1999), Reducir el déficit de trabajo decente - un desafío global (2001) y Por una globalización justa: Crear oportunidades para todos (2004).
-La Conferencia también adopta resoluciones que proporcionan orientaciones para la política general y las actividades futuras de la OIT.


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Discurso 110 Conferencia OIT (0.11 MB)

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