El ministro de Cultura, Tristán Bauer, presenció el jueves 16 por la mañana un ensayo abierto de la Orquesta Infantil y Juvenil La Pandilla de Isla Maciel, en Avellaneda, y entregó una serie de instrumentos y elementos musicales, como parte del Programa Social de Orquestas Infantiles y Juveniles Celiá Torrá.

De la actividad participó también el intendente de Avellaneda, Alejo Chornobroff; el secretario de Gestión Cultural, Federico Prieto; el párroco de la iglesia del barrio, Paco Olveira; el director de la Fundación Isla Maciel, Claudio Freda, y el coordinador de las Orquestas Infantiles y Juveniles, Rolando Goldman. Además, escucharon atentos las familias de las y los chicos y sus maestros.

La Orquesta -que funciona en el barrio desde 2018- se incorporó al programa recientemente y ya cuenta con más de 30 chicas y chicos participando. “Cada vez que visitamos estas Orquestas Infantiles es una enorme alegría ver a un niño o niña aprendiendo a usar un instrumento, las notas musicales y presenciar ese momento donde el acto individual se transforma en grupal. Mis felicitaciones a las y los maestros y desde el Ministerio de Cultura vamos a seguir acompañando a estas Orquestas Infanto-Juveniles que son pilares fundamentales de nuestra cultura”, aseguró Bauer.

“Me encanta que mi hija venga a la Orquesta. Está aprendiendo muy rápido a tocar la flauta. Es muy bueno para los chicos del barrio tener algo de música. Su hermana mayor también participa, pero hoy no pudo venir porque tenía prueba en la escuela. Mis hijos esperan mucho el día que les toca venir”, asegura María, vecina desde hace 15 años de Isla Maciel y la mamá de Taina que con tan solo 10 años maneja con destreza una de las flauta traversa del ensamble musical.

“Vayan preparándose porque a fin de año haremos un encuentro en el teatro municipal de Avellaneda”, les dijo a los niños Chornobroff. “Creemos realmente que hay que soñar muy fuerte en los barrios. Por eso estamos muy orgullosos de estar acá y los seguiremos apoyando”, señaló el intendente.

“La cultura es un arma para salir de la pobreza”, aseguró por su parte el Padre Paco, histórico párroco del barrio. “La Orquesta La Pandilla es importantísima para nuestra comunidad. Estuvo a punto de cerrarse durante el gobierno anterior porque no hubo ningún tipo de financiación. Ahí nos planteamos si nuestros pibes tienen derecho sólo a comer o también tienen el derecho a una vida con dignidad, a tocar un instrumento, a disfrutar la cultura. Hoy tenemos la alegría de contar con la ayuda del Estado para hacerla crecer”.

Las y los pequeños músicos brindaron ante los funcionarios una breve muestra de lo que aprendieron este año con canciones folclóricas y populares, varias de ellas alusivas a la Isla Maciel y escritas por el director del ensamble, Bernardo Scherman. Entre ellas, El rock de la Isla, Amigues, Pizarra viajera y Orillas del río, dedicada al Riachuelo. Además, interpretaron la vidala Suba, y el Huaynito del sapo, que acompañó de forma improvisada Rolando Goldman, también maestro de maestros de charango.

“Desde el Programa de Orquestas Infanto-Juveniles estamos muy contentos y con mucho trabajo”, explicó Goldman. “Es una muestra clara del compromiso real que transmite el propio ministro Bauer hacia el resto de los funcionarios del Ministerio. En 2020, apenas comenzamos, tuvimos un presupuesto de $4 millones para la compra de instrumentos; al año siguiente la licitación alcanzó los $40 millones y este año empezamos a tramitar una nueva licitación por $150 millones. Es decir, que hay un crecimiento exponencial que nos compromete a trabajar cada día más. Hemos creado muchas nuevas orquestas y pensamos crear muchas más el próximo año, además de entregar instrumentos a las preexistentes y de organizar en forma periódica encuentros, capacitaciones con profesores y estudiantes de todo el país”, resumió.

Una de las estudiantes es Martina, una joven intérprete de 9 años de violonchelo. Para Claudio, su papá que la graba atento con su celular, la orquesta representa “una oportunidad para los chicos, una herramienta que pueden usar en el futuro”.

“La verdad que emociona cómo los chicos y chicas participan de la banda junto con las familias que los acompañan y sostienen”, señaló por su parte Federico Prieto, secretario de Gestión Cultural. “También es importante conocer el espacio comunitario del padre Paco donde la cultura puede estar viva, vigente, transforma y así se transmiten valores y prácticas que hacen al bien cotidiano”.

La Orquesta La Pandilla funciona en el espacio de la Fundación Isla Maciel, justo detrás de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima y a unas cuadras del club San Telmo. Claudio Freda trabaja en la fundación desde hace 11 años. “Sumarnos al programa Celia Torrá nos permite acceder a instrumentos a través del sistema de comodato, lo que le brinda la oportunidad a los chicos de llevarse el instrumento a su casa y así favorecer la apropiación y pertenencia al grupo. Además, el programa nos da un marco de pertenencia, capacitaciones, encuentros entre profes, pero fundamentalmente le da carácter a lo que consideramos un derecho: el acceso a los bienes culturales”, sostuvo Freda al finalizar el ensayo.

La Pandilla funciona tres veces por semana, con clases de instrumentos con cuerdas frotadas, de percusión y de vientos, además de lecciones sobre lenguaje musical y un ensayo general semanal. “Para los chicos es super importante este tipo de proyectos por todo lo que les permite desarrollar a nivel musical y también social”, explica el director de la banda Bernado Schermann. “Esperamos seguir creciendo y terminar el año con una orquesta de 50 estudiantes”.