El Inspector General de Justicia participó de la Cena Anual Solidaria de la Obra del Padre Mario Pantaleo
Destacó la labor que realiza la fundación que lleva adelante su legado.
El Inspector General de Justicia, Daniel Roque Vítolo, participó como invitado especial en la Cena Anual Solidaria de la fundación que continúa la obra del Padre Mario Pantaleo, que tiene por objetivo alcanzar el pleno desarrollo de la persona como parte de una comunidad, llevando a cabo una misión que guía el día a día, y una visión que invita a un futuro que desea alcanzar como comunidad plena, promoviendo el desarrollo humano en González Catán a través de un modelo de redistribución solidaria, gestión de excelencia y calidad en los servicios.
El Inspector General señaló que “las obras y acciones, como las que lleva adelante esta Fundación, son un ejemplo de cómo las organizaciones de la sociedad civil, con un esfuerzo enorme de hombres y mujeres de fe, pueden generar estos impulsos, desarrollar una notable acción social y brindar servicios para formar mejores personas y ciudadanos, transformando sus vidas y creando oportunidades reales de progreso y realización para quienes más lo necesitan”.
Desde 1968, la Obra del Padre Mario Pantaleo transforma la vulnerabilidad de las personas en oportunidades de aprendizaje y crecimiento basándose en educación, atención, trabajo y fuerza colectiva, permitiendo que cada uno de sus miembros mejore como persona, por pertenecer a una comunidad única, trascendente y transformadora, haciendo que se sientan movilizados e impulsados por el ejemplo de generosidad y concreción que ha dejado el Padre Mario Pantaleo, Siervo de Dios.
En una noche de celebración de la Obra, como también de recaudación de donaciones para sus fines benéficos, gracias al aporte solidario de una enorme cantidad de personas, se recordó la labor de apostolado del fundador, así como su misión evangélica y social.
La apertura del encuentro, que tuvo lugar en Tango Argentino, estuvo cargo del Presidente de la fundación, Gabriel Laurino, y contó con la asistencia del albacea testamentario de Mario Pantaleo, Carlos Garavelli, fiel custodio de la Obra.
“La vida y obra del Padre Mario y su legado, que se mantiene vigente a través de esta fundación, son un tesoro para todos los argentinos, y merecen nuestro respeto y agradecimiento”, concluyó Vítolo.
