El IEDS cuenta con un gran cepario de microalgas autóctonas
El laboratorio de Bioenergía y Procesos de Biorremediación del IEDS durante estos últimos años también ha trabajado en el aislamiento de microalgas provenientes de diferentes sitios, principalmente de la región patagónica, obteniendo un nutrido y diverso cepario.
Las microalgas o algas unicelulares son microorganismos que realizan fotosíntesis y que habitan principalmente en el agua de mares y lagos; aunque también se las pueden hallar en ambientes terrestres. Por lo que, son microorganismos ubicuos capaces de crecer aún en ambientes extremos. Existe una amplia diversidad de especies (más de 30.000) con características y particularidades fisiológicas diversas, aunque solo 300 han sido estudiadas y unas 20 se explotan comercialmente. Se estima que el campo de las aplicaciones de microalgas en procesos industriales tiene aún mucho por desarrollar.
Las aplicaciones biotecnológicas exigen especies de microalgas altamente eficientes y con elevada tasa de crecimiento en diferentes condiciones. Por ello, para cualquier desarrollo tecnológico es importante contar con una gran diversidad de cepas y conocer sus principales características. La selección de las cepas adecuadas constituye la primera fase de dicho proceso.
Entre las líneas de investigación que se llevan adelante en el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS) de la CNEA se encuentra la biorremediación de metales. Particularmente, las microalgas que crecen en ambientes contaminados han mostrado muy buenas capacidades de remoción de metales y de tolerancia a los mismos. Por lo tanto, uno de los abordajes para esta línea de trabajo es el aislamiento de microalgas desde ambientes contaminados. El mismo se realiza respetando protocolos adaptados y puestos a punto en nuestro laboratorio.
Lo que primero se realiza es un muestreo en el cual se toman muestras de agua o de sedimento. Una vez en el laboratorio, estas muestras se colocan en equipos incubadores con medios de cultivo apropiados, que favorecen el crecimiento de microalgas. Posteriormente, estos cultivos se siembran en medios de crecimiento sólidos y se pasan colonias individuales a medio líquido. Este ciclo se realiza las veces que sea necesario hasta obtener cultivos unialgales y sin presencia de bacterias, hongos, ni levaduras. Una vez obtenidas las cepas puras, estas se conservan en un incubador, generalmente en tubos de ensayo que son sembrados cada 6 meses.
Resumiendo, a partir del cultivo original mixto cultivo original se siembra en placa para luego transferir al recipiente Erlenmeyer las colonias seleccionadas a la lupa. Se repiten estos pasos hasta obtener cultivos unialgales correspondientes a una única especie y/o cepa. Las cepas así obtenidas se siembran en tubo de ensayo o se mantiene en Erlenmeyer para la realización de determinaciones de caracterización.
De este modo, el IEDS ha logrado establecer un cepario (colección) de más de 35 especies de microalgas diferentes, obtenidas de ambientes prístinos y contaminados, tales como el lago Nahuel Huapi y un humedal en Pilcaniyeu, ambos en la provincia de Río Negro, y el Río Reconquista en la Provincia de Buenos Aires.
Estas microalgas aisladas se han empleado en estudios la biorremediación de efluentes y el desarrollo de bioindicadores. Contamos con cepas con características muy prometedoras para el abordaje de las diferentes líneas de investigación desarrolladas en nuestro laboratorio.