Con sorpresa y profunda tristeza advertimos en el mediodía de hoy actos de pública e inusitada violencia en contra de nuestra máxima autoridad política institucional nacional, el presidente Alberto Fernández.

Frente a los mismos, absortos por la sin razón de agredir a quien concurre voluntariamente a un lugar a dimensionar y constatar el daño que el incendio forestal dejó a su paso, y en consecuencia, expresa y moviliza ayudas concretas para el pueblo chubutense, su gente y sus instituciones, y como respuesta a ello, una mínima fracción de ciudadanos, violente al jefe de Estado y a su comitiva, entre los cuales estaba el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, un par de nuestra asamblea del Cofema, no merecen más que nuestro enérgico repudio.

Condenamos todas las formas de expresión que se alejen del diálogo, y frente a la violencia misma en cualquiera de sus manifestaciones, so pretexto de defender cualquier bien jurídico que fuere, inclusive el ambiente, decimos que esa actitud jamás será el camino para dar a conocer disidencias, ni arribar a soluciones superadoras que se gesten en el ámbito de la institucionalidad y no alteren la paz social.

Estas acciones no son más que un atropello a la democracia, que agigantan la grieta entre las argentinas y los argentinos.

La violencia le costó mucho a esta querida Nación, una generación entera llora por sus hijos desaparecidos. Una generación entera llora, porque no puede encontrar a sus padres. Una generación entera no dio frutos y dejó solo silencio en nuestra Patria. Ríos de sangre y dolor tiñen la historia de nuestra querida Argentina, por lo que frente a ello decimos Nunca Más!

La rápida acción y articulación del Gobierno nacional, provincial, municipal, Parques Nacionales y provincias vecinas en socorro de las y los damnificados por los incendios forestales que afectaron Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén, Epuyén y Cholila, en Chubut; y El Bolsón, en Río Negro, no son más que una muestra cabal de que el camino es cuidar el ambiente, y la forma es hacerlo todos juntos.

Estamos absolutamente seguros que ninguno de los agresores se inscriben en la lista de las 400 familias que perdieron sus hogares, pues ellos seguramente están quebrados por ver arder sus sueños y realidades cotidianas, su patrimonio y el esfuerzo de toda una vida, y a su lado acompaña un Estado presente, que va a recomponer cada una de las lágrimas que les arrebató esta dolorosa situación.

Vaya para cada argentina y argentino que están sufriendo en este momento en nuestra querida Patagonia, nuestro incondicional apoyo, nuestra ferviente solidaridad para el presidente Alberto Fernández y para el ministro Juan Cabandié y el resto de la comitiva agredida.

Para las autoridades y gobiernos locales y su gente, desde COFEMA, les enviamos un entrañable abrazo, que se gesta en el Norte, el Centro, el Oeste y el Este de nuestro hermosísimo país, y surcando el cielo Dios ayude a que, como un bálsamo, llegue a cada uno de sus hogares para darles fuerza para seguir en el combate al fuego, y fe para reconstruir cada rincón de nuestra Patria, a partir de ahora sepan que sus sueños y esperanza serán los nuestros.