El acto comenzó con la presentación de la agrupación formada al ministro por parte del director del Instituto, general de brigada Agustín Humberto Cejas.

Luego de que la Agrupación Sinfónica del Ejército ejecutara el Himno Nacional, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, bendijo los sables y las espadas de los flamantes subtenientes, guardiamarinas y alféreces.

Posteriormente, al hacer uso de la palabra, el Dr. Aguad destacó: "...De las mismas aulas donde ustedes recibieron instrucción, salieron quienes durante muchos años defendieron la soberanía e integridad territorial y ofrendaron sus vidas por ideales superiores […] Ustedes forman parte del instrumento de defensa nacional y que tendrán como misión permanente controlar y resguardar nuestros espacios: terrestre, aéreo, marítimo y espacial; apoyar la política exterior; proteger objetivos estratégicos; operar en la lucha contra las nuevas amenazas en la medida que afecten la defensa [...] La obligación que tienen es hacer lo que hay que hacer, sin prejuicios y sin miedos...", luego el propio ministro fue quien tomó el juramento de fidelidad y respeto a la Constitución Nacional.

Finalmente, los egresados recibieron sus tan ansiados sables y espadas, que son el símbolo del mando del oficial. De esta manera, concluyen una etapa de cuatro años de suma exigencia, con arduas pruebas físicas e intelectuales, privaciones, fracasos y victorias, y comienzan una nueva como futuros conductores de las Fuerzas Armadas, con la visión puesta en “garantizar y salvaguardar de modo permanente los intereses vitales de la Nación”, última ratio de la política exterior del país.

La promoción 148 del Colegio Militar en números

• 145 subtenientes egresados (122 hombres y 23 mujeres)

• 27 del Arma de Infantería

• 21 del Arma de Caballería

• 6 del Arma de Artillería

• 33 del Arma de Ingenieros

• 16 del Arma de Comunicaciones

• 17 de la Especialidad de Intendencia

• 12 de la Especialidad de Arsenales

• 13 del Cuerpo Profesional

Acerca del Colegio Militar de la Nación

Fue fundado por iniciativa del presidente Domingo Faustino Sarmiento en octubre de 1869 y un año más tarde ingresaba su primera promoción de cadetes.

Tiene como misión seleccionar, educar, instruir y capacitar a los futuros oficiales del Cuerpo Comando y del Cuerpo Profesional, para ejercer el mando de la fracción básica de su Arma, Especialidad o Servicio.

La educación del Ejército Argentino es parte del Sistema Educativo Nacional; es por eso que el Colegio Militar procura convertirse en un referente de producción y de transferencia de conocimientos militares específicos.

Allí se ofrece una educación integral, basada en aspectos científicos, tecnológicos, humanísticos y técnicos; pero se prioriza la formación de la persona, como ciudadano y profesional, en su calidad de funcionario público especializado en la Defensa Nacional.

Además, se promueve la capacidad de pensamiento crítico, que habilite la toma de decisiones en el marco de escenarios complejos y condiciones de extrema incertidumbre, y el desarrollo de aptitudes de observación, razonamiento, creatividad, curiosidad científica y juicio propio y crítico.

Al finalizar la formación, los oficiales deben tener competencias para enfrentar situaciones extremas, contribuir a la paz mundial y colaborar con el desarrollo y bienestar de los ciudadanos.

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