La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, participó ayer en Santiago de Chile del encuentro internacional “Invertir en salud mental y resiliencia: Recuperar el bienestar después de la pandemia”, organizado por el Grupo del Banco Mundial y el Ministerio de Salud de Chile con el objetivo de encontrar soluciones innovadoras e inversiones de alto valor para reforzar la resiliencia de los sistemas de salud de países de Latinoamérica y el Caribe. En este marco, la ministra presentó la Estrategia Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental implementada en Argentina y aseguró: “Es un reto que implica un trabajo transversal, intersectorial y comunitario, decisión política y una importante inversión por parte del Estado argentino como nunca antes”.

En el panel ministerial “Invirtiendo en salud mental: ¿Por qué y cuáles son los beneficios para la sociedad?”, que compartió con su par de Colombia, Carolina Corcho, y el viceministro de Salud de Paraguay, Víctor Hernán Martínez, Vizzotti recordó que “los efectos de la pandemia de COVID-19 develaron las profundas inequidades en el acceso al sistema de salud, además de significativas diferencias respecto de la salud mental de mujeres, niñeces, juventudes y personas mayores”.

En ese sentido, subrayó que el presidente Alberto Fernández “ha definido a la salud mental como un tema prioritario en salud pública”, por lo que lideró en abril pasado el lanzamiento de esta estrategia “a fin de implementar y articular políticas públicas destinadas al cuidado y atención de la salud mental de la población para todas las etapas de la vida, con rectoría del Ministerio de Salud de la Nación y en conjunto con otros organismos del Estado”.

Vizzotti remarcó que para llevarla adelante se celebraron convenios entre la cartera sanitaria y las 24 jurisdicciones del país con el propósito de garantizar el desarrollo de acciones conjuntas necesarias para instrumentar y asegurar su plena implementación. “Esta es una estrategia que fue diseñada desde una perspectiva federal, para promover la articulación de las redes locales, regionales y nacionales, y fortalecer la red de servicios de salud mental con base en la comunidad”, destacó.

Así, detalló que con la nueva estrategia se amplió el sistema de la red asistencial por Telemedicina al tiempo que se incorporaron 12 nuevas Residencias Interdisciplinarias en Salud Mental (RISAM) y se creó la Diplomatura en Salud Mental Comunitaria. También se duplicó la cantidad de efectores del primer nivel que reciben Botiquines Remediar Salud Mental.

En este marco se creó además el Programa Nacional para el Abordaje de la Problemática de Suicidio y se restituyó la Comisión Interministerial de Salud Mental y Adicciones (CONISMA) para fortalecer el abordaje intersectorial. Asimismo, la ministra destacó que la Estrategia Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental crea espacios de acompañamiento profesional al colectivo LGBTIQ+, a la vez que fortalece el primer nivel de atención con foco en el cuidado en las niñeces y adolescencias. Y concluyó: “Estamos convencidos de que la salud mental con enfoque de derechos humanos y de género conducirá a la justicia social”.

Por último, Vizzotti compartió que como muestra del compromiso nacional y por pedido expreso del Presidente, Argentina será este año sede de la V Cumbre Mundial de Salud Mental, que se realizará en Buenos Aires el 4 y 5 de octubre. “Va a ser una gran oportunidad para compartir el trabajo en torno a este importante desafío, no solo para nuestro país sino también para América Latina”, finalizó.

El encuentro internacional “Invertir en salud mental y resiliencia: Recuperar el bienestar después de la pandemia” forma parte de las propuestas que se llevarán a cabo a lo largo del 2023, en las que tendrán parte actores del sector público, privado, la sociedad civil y la academia para debatir sobre el impacto de la pandemia en la salud mental y en los sistemas de salud. Las propuestas de esta iniciativa son impulsar un “año de colaboración” para avanzar en la agenda regional de salud mental y lanzar la publicación del Banco Mundial titulada “Construyendo sistemas de salud resilientes en Latinoamérica y el Caribe. Lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19” para continuar el trabajo entre los participantes. Además, del encuentro surgió una declaración ministerial.

Estuvieron presentes también la ministra de Salud de Chile, Ximena Aguilera, y ministras y ministros de Salud de países de Latinoamérica y el Caribe, junto con actores del sector público, privado, la sociedad civil, la academia y autoridades del Banco Mundial. Asimismo, contó con la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington, el Wellcome Trust del Reino Unido y el Healthy Brains Global Initiative.