En el marco de la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades (CTIO-Género), se realizó el conversatorio virtual “Edadismo en el ámbito laboral. Alternativas para habitar la vejez: la cuestión de la vivienda y el cuidado”, del cual participó la diputada nacional Gabriela Cerruti, como representante del movimiento “La revolución de las viejas”.

En el marco de las actividades de la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades (CTIO-Género), se organizó el conversatorio virtual “Edadismo en el ámbito laboral. Alternativas para habitar la vejez: la cuestión de la vivienda y el cuidado”. Fue coordinado por la subsecretaria de Políticas de Inclusión en el Mundo Laboral del MTEySS, Pamela Ares, y contó con la participación de las directoras de Protección e Igualdad Laboral, Patricia Sáenz, y de Promoción e Integración de la Mujer, Romina Rodríguez.

Fue convocada la diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Cerruti, autora del libro “La revolución de las viejas” y líder del movimiento que lleva ese nombre, así como los miembros de la CTIO-Género. “Los espacios en los que las trabajadoras aportan pueden convertirse en lugares para armar redes de sororidad y contención, en lugares para pensar en nuevas vejeces, más autónomas. Necesitamos plantearnos, por ejemplo, cómo lograr una mayor inclusión laboral de las mujeres mayores”, expresó Ares.

Cerruti definió el edadismo como toda discriminación producto de la edad: “Una problemática que en el mundo del trabajo se vive especialmente entre los 40 y 60 años, cuando es prácticamente imposible conseguir trabajo, y más aún si es el primer empleo”, ahondó la diputada. “Es necesario cuestionar esta idea de que los jóvenes trabajan mejor. Es el mismo mito que sostenía que las mujeres eran más débiles para determinados trabajos. Entonces, a las mujeres de determinada edad nos quedan las tareas de cuidado exclusivamente”, continuó.

Además, se debatió sobre viviendas colaborativas como estrategia para combatir la soledad no deseada. “Desde los pilares de felicidad, crecimiento y no exclusión, se pueden transitar las vejeces con alegría. Estas ideas dan lugar a construirnos como mujeres por fuera de los prejuicios. Es un tema que debemos militar en todos nuestros espacios laborales”, expresó Sáenz.