La Defensoría y el INA colaboran activamente en el monitoreo, análisis de muestras de agua y evaluación del riesgo por exposición a plomo en domicilios ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en localidades de la Provincia de Buenos Aires, previamente seleccionados por la Defensoría, donde se sospecha presencia de plomo dada la antigüedad edilicia. El trabajo efectivo conjunto lleva ya más de 3 años. Se han compartido espacios de capacitación a escuelas secundarias como parte de uno de los ejes de trabajo de este proyecto denominado Plombox.

La exposición a plomo es una problemática diversa, ya que la comunidad se ve expuesta no solo por deriva o pasivos ambientales en suelo y agua por actividad antrópica, sino que en forma domestica por cañerías de plomo en estado de corrosión. De manera que, mucha gente está expuesta a contaminación de plomo y no tiene posibilidades de acceder a métodos analíticos para determinarlo.

En esta línea, el presidente del INA destacó el trabajo interinstitucional e interdisciplinar con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y expresó que “es sabido que la exposición a plomo es una problemática importante en la gran mayoría de las ciudades argentinas, latinoamericanas y particularmente en la ciudad de Buenos Aires”.

Bertoni enfatizó que “en términos generales la población se ve expuesta a esa problemática por cañerías de plomo en estado de corrosión debido a que casi todas las construcciones hasta la década del 70 utilizaban cañerías de plomo para distribuir el agua fría y a veces también el agua caliente."

“Se sabe que las metodologías para detectar el plomo utilizan equipamientos altamente complejos que requieren de personal especializado, este proyecto el Biosensor Plombox que se denomina, apunta a tener un elemento simple para verificar la cantidad de plomo en cañerías”, explicó Bertoni y comentó que tiene una gran sensibilidad de medición con un valor de detección a partir de 10 microgramos por litro de plomo cuando el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud la OMS es de 50 microgramos por litro”.

Para finalizar, Bertoni señaló que con este objetivo se busca contar con una herramienta de bajo costo, fácil uso y que pueda ser implementado inclusive por cualquier persona sin conocimientos técnicos elevados”, y sostuvo que seguramente los resultados de este proyecto serán una herramienta complementaria para los organismos de Ciencia y Técnica y las agencias ambientales para luego ser replicados en otras ciudades”.

Además, en la reunión se hizo referencia a los distintos aspectos en los cuales el INA puede trabajar en conjunto con la Defensoría del Pueblo en una serie de problemáticas ambientales e hidroambientales que afectan y que están presentes hoy en día en la ciudad de Buenos Aires.

A raíz de este convenio, se espera fortalecer e intercambiar conocimientos mediante diferentes ejes de trabajo; como la presentación a proyectos de investigación, capacitaciones y entrenamiento en calidad de agua - tanto a funcionarios públicos como así también población en general- y la redacción de artículos y publicaciones técnicas.