Con un alza del 1,6%, la industria comenzó marzo con el mismo ritmo de crecimiento prepandemia
Los principales motores de ese incremento son la actividad automotriz, la aceitera, metales básicos, minerales no metálicos y textiles, de acuerdo al informe del CEPXXI, en el cual se analiza la evolución de los principales indicadores de la actividad productiva de marzo de este año.
En lo que va de marzo la industria creció 1,6% interanual medido según el consumo de energía y los principales motores de ese incremento son la actividad automotriz, la aceitera, metales básicos, minerales no metálicos y textiles. Los datos surgen del informe del Centro de Estudios para la Producción (CEPXXI), en el cual se analiza la evolución de los principales indicadores de la actividad productiva de marzo de este año.
En este sentido, el documento detalla que los datos de marzo muestran un retorno al crecimiento interanual, tras la baja de 0,7% de febrero, originada porque las paradas de planta por vacaciones se dieron más en ese mes que en enero. De acuerdo al informe, “en los 14 días comprendidos entre el 4 y el 17 de marzo la industria se expandió al 1,6% interanual”, una cifra similar a la del primer bimestre del año (1,9%).
A su vez, destaca el retorno al crecimiento de la industria automotriz (cuyo consumo de energía ha estado creciendo en torno al 9% interanual en marzo, tras la baja de febrero), el buen desempeño de la industria aceitera (con un consumo de energía que en lo que va de marzo ha estado expandiéndose al 38% interanual), y la continuidad de la recuperación en ramas como metales básicos (+11%), minerales no metálicos (+12%) y textiles (+3%). En todos estos casos, la comparación se da aún contra la prepandemia.
De acuerdo al índice adelantado de actividad industrial del CEP XXI (que toma como insumo el consumo de energía en las principales plantas industriales) si bien en el mes de febrero se registró una caída en la industria de 0,7% interanual y 2,7% mensual (desestacionalizado), si se toma en cuenta el bimestre (enero-febrero), que permite una radiografía más precisa, la actividad industrial se ubicó 1,9% por encima del mismo período de 2020. “El primer mes del año tuvo pocas paradas respecto al de 2020; en contraste, varias de esas paradas se registraron en febrero”, detalla el informe.
A modo de ejemplo, agrega, cuatro de las terminales automotrices estuvieron con reducida actividad en el segundo mes del año, lo cual repercutió en una caída interanual del 16,5% en la producción automotriz, tras haber crecido 17,5% interanual en enero.
A nivel sectorial y territorial, el CEPXXI observa un crecimiento heterogéneo asociado “al profundo cambio en las rutinas que generó la pandemia del coronavirus”, lo cual modificó la matriz de crecimiento. Sin embargo, en los últimos meses tal heterogeneidad ha tendido a moderarse. En este sentido, explica que “la totalidad de las ramas ligadas a gastronomía y turismo se recuperaron entre noviembre y enero. Y si bien todas continúan con contracciones –dado que la recuperación ha sido parcial–, el recorte de las caídas fue muy significativo”. En el comercio minorista, también se observó el mismo fenómeno: por ejemplo, los consumos de artículos de indumentaria, calzado, cuero y bijouterie (que fueron los rubros comerciales más golpeados por la pandemia) fueron los que más mejoraron entre noviembre y enero. En este sentido, en la medida en la cual las personas fueron saliendo más de los hogares los patrones de consumo han ido –muy gradualmente– pareciéndose a los de la prepandemia.
Además, el informe indica que “las jurisdicciones que en noviembre persistían con severas caídas en la actividad comercial fueron las que más se recuperaron y, a la inversa, aquellas que exhibían mayores tasas de crecimiento moderaron el ritmo de las alzas”.
Entre los factores posibles detrás de esta menor heterogeneidad, el informe menciona tres posibles causas: en primer lugar, tras el pico de contagios de octubre (que en algunas provincias como Santa Cruz llegó a darse en enero) la circulación de personas tendió a incrementarse y, a la vez, se rehabilitaron varias actividades productivas en todo el país (como el turismo). En segundo lugar, es posible que los distritos que estuvieron más afectados por la pandemia (como por ejemplo las provincias patagónicas) hayan tenido una recuperación de la actividad comercial por efecto de lo que se puede llamar “consumo postergado”. Y, en tercer lugar, la mayor frecuencia de las reuniones sociales pudo haber incentivado el consumo de bienes como indumentaria, calzado y bijouterie, con el impacto positivo en los comercios especializados de esos rubros.
Otro indicador positivo, de acuerdo al informe, se observa en el sector de la construcción, que creció 23,3% interanual en enero -tercera suba consecutiva- por el relanzamiento del Ahora12, los costos históricamente bajos en dólares, y la reactivación luego de la recesión en 2018-2019 y la pandemia.
Además, por primera vez desde septiembre de 2019, en enero de 2021 el desempeño interanual del cemento a granel fue mejor que el del cemento en bolsa. Esto indica el empuje que empieza a tener la construcción a mayor escala vis à vis las pequeñas refacciones, que habían tenido gran dinamismo desde mediados de 2020.
En esta misma línea, los datos del INDEC indican que minerales no metálicos creció 31,5% en enero y tuvo la mayor incidencia positiva en la industria, con subas en todos los componentes. Se destacaron las de productos de arcilla y cerámica no refractaria (+83,1%), por ladrillos, sanitarios y revestimientos, y cemento (+24,5%).