Presidencia de la Nación

Con palabras de Ricardo Forster y Juan Sasturain, la SIGEN recordó a Horacio González

Con el objetivo de homenajear la figura de Horacio González y tras cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, se llevó a cabo en la Sindicatura General de la Nación la tercera charla del ciclo “Miradas con historia” en la que el filósofo y profesor Ricardo Forster, y el director de la Biblioteca Nacional y escritor, Juan Sasturain, realizaron un recorrido por su carrera profesional, obra académica, legado y personalidad del intelectual argentino.


La actividad organizada en el marco de un convenio entre la SIGEN y la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), contó con la presencia del Síndico General de la Nación, Carlos Antonio Montero; del titular de la SADE, Alejandro Vaccaro, y del Presidente de la Fundación El Libro, Ariel Garnica; además de los síndicos generales adjuntos, Irma Miranda y Máximo Borzi de Lucía.

En sus palabras introductorias, Montero afirmó que en el transcurso de este ciclo de charlas “correspondía que recordáramos a Horacio González. Era un militante territorial que participaba en el peronismo en el barrio de Flores. Yo lo conocí de joven, muchos años atrás, cuando yo era profesor de la Facultad de Ciencias Económicas, y él también. Por ese entonces Horacio daba clases de Historia Nacional y Popular en un estacionamiento en el que hablaba para 400 personas”.

En su intervención, Juan Sasturain se refirió a su vínculo personal y admiración por la producción intelectual y el trabajo de González como Director de la Biblioteca Nacional durante 10 años, rol que actualmente él mismo desempeña. “Horacio anteponía indistintamente palabra y obra, obra y palabra. Hacía y sabía decir lo que hacía, decía y hacía lo dicho”. Y además rescató: “Pensaba, decía y escribía sin molde, erudito y desaforado, usaba todo sin recetas previas, aunque conocía y tuteaba a Marx, Sartre, Gramsci o Benjamin”.

Y en relación al ejercicio de la función pública y su paso por la Biblioteca Nacional aseguró: “Como en el fútbol, le puso su impronta, su estilo, su sabiduría y su increíble capacidad de trabajo. Ha sido un funcionario que funcionó (supo gestionar) sin ser funcional a ninguna otra cosa que a sus convicciones”.
A su turno, Forster repasó la carrera profesional de González, entre ellos la relación con sus pares y el compromiso político con Carta Abierta, e hizo hincapié en su constante vocación docente y amor por el conocimiento y la lectura. Lo calificó como el “último de los intelectuales argentinos, alguien que supo conjugar la pasión política, la sed de emancipación e igualdad, con el cultivo de la amistad”.

“He conocido pocos eruditos tan intensos y profundos como Horacio González”, al tiempo que destacó su trabajo creativo, al que consideró “estaba atravesado y conmovido por la Argentina. Toda su obra, que es extraordinariamente cosmopolita, es esencialmente argentina”. Y el sociólogo culminó: “Mantenía una relación erótica con los barrios de Buenos Aires. Cultivaba la pasión de recorrer la ciudad y los bares. González representa quizás uno de los últimos mohicanos de la vida cultural, política e intelectual argentina”.

Horacio González (1944 - 2021) desarrolló una extensa trayectoria académica como sociólogo, docente, investigador, historiador y escritor. A lo largo de su carrera publicó numerosas obras y ensayos, fue director y editor de la revista “El Ojo Mocho” y fundador de la publicación artística y literaria Guka, su pensamiento contribuyó a promover la lectura crítica y comprometida de la realidad.


De izq. a der.: Juan Sasturain, Ricardo Forster, Carlos Montero, Alejandro Vaccaro y Ariel Garnica

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