El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, encabezó la XL Reunión Plenaria de la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil. En dicho encuentro se renovó el comité directivo, tal como sucede cada dos años, y mediante protocolo la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) formalizó su adhesión a la Red, sumando entonces casi 100 las empresas comprometidas.

Durante su alocución, el ministro Tomada sostuvo que “esta Red de Empresas contra el Trabajo Infantil es un logro en sí mismo que ya tiene 8 años de existencia. Y si algo hemos aprendido sobre esta temática a lo largo de todo este tiempo es que el Estado, solo, no puede. Debe ser una tarea de todos nosotros velar por la erradicación definitiva del trabajo infantil en nuestro país.”

En esta reunión participaron la presidenta de la Comisión Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), Pilar Rey Méndez, y autoridades de las empresas participantes, y se expuso el avance del trabajo de las subcomisiones, presentándose además la nueva conformación del Comité Directivo de la Red de Empresas contra el Trabajo infantil.

En junio de 2007, luego del trabajo conjunto entre el sector empleador y la CONAETI quedó conformada la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil, que se formalizó a partir de la firma de un convenio entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la CONAETI y presidentes y directores empresas de primera línea.

La Red genera y apoya programas para la prevención y erradicación del trabajo infantil; funciona en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y está presidida por la CONAETI. Su Comité Directivo coordina la ejecución y el monitoreo de los programas seleccionados para desarrollarse en este ámbito.

La Red asumió el compromiso y la necesidad de trabajar en profundidad para lograr la inexistencia de mano de obra infantil en toda la cadena de valor (proveedores y clientes). Se propicia también la incorporación de más compañías a esta lucha.

El trabajo infantil es una problemática social compleja que vulnera los derechos de la niñez. Los niños y niñas que trabajan sufren un desgaste físico y psíquico que deteriora sus capacidades y potencialidades, dificulta el ingreso a la escuela e incide negativamente en el nivel de formación, ocasionando repitencia y deserción.