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Campaña para el monitoreo de agua del río Paraná en el predio del CAREM

El muestreo de agua y sedimentos se llevó a cabo durante el mes de enero en tres puntos de la ribera del río Paraná de las Palmas. Los resultados servirán como parámetros representativos de la calidad y las características del agua en forma previa al inicio de las actividades del reactor.


En el marco del Plan de Monitoreo Ambiental del CAREM25, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) realizó la primera campaña de monitoreo de agua y sedimentos del río Paraná de las Palmas, sobre el que se construye el primer prototipo de reactor modular de diseño 100% argentino.

Bajo la coordinación de la División Medio Ambiente, Seguridad e Higiene de la Gerencia de Área CAREM de la CNEA, se recolectaron las muestras desde el futuro punto de descarga del circuito terciario del reactor, a partir del cual se establecieron dos puntos más: uno aguas arriba y el otro aguas abajo.

Todas las muestras fueron tomadas por personal del laboratorio especializado Faisan S.A., respetando las formalidades de la cadena de custodia que establece el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), a cargo de los asuntos ambientales de la provincia de Buenos Aires).

La toma de muestras tuvo lugar en tres puntos de la ribera del río Paraná de las Palmas.
La toma de muestras tuvo lugar en tres puntos de la ribera del río Paraná de las Palmas.

Un recurso que debe ser cuidado

Los procesos del CAREM requieren de la toma, uso y descarga del agua de río, por lo que este recurso debe ser considerado un aspecto ambiental significativo para las actividades del Proyecto y su Sistema de Gestión Ambiental. Con el fin de prevenir y controlar potenciales impactos sobre este cuerpo, se realizan monitoreos periódicos de control.

Puntualmente, esta primera campaña de monitoreo de aguas y sedimento servirá para establecer la “línea de base ambiental del CAREM”, es decir, para asentar cómo es la situación ambiental existente antes de la puesta en marcha de la central.

“Esto es de suma importancia para determinar las condiciones ambientales en las que se encuentra el CAREM, elaborar las medidas de acción necesarias en pos del cuidado ambiental y poder identificar y diferenciar los impactos que puede producir la central una vez que esté en funcionamiento”, explica Kevin Garfunkel, responsable de Medio Ambiente de la División Medio Ambiente, Seguridad e Higiene de la Gerencia de Área CAREM.

Próximos controles

En los próximos meses se volverán a realizar monitoreos de agua de río y sedimentos (con una frecuencia semestral y en tres puntos de muestra), de aire (también en forma semestral y en dos puntos de muestra), de efluentes (frecuencia cuatrimestral, en la cámara de muestreo) y de agua freática (cada seis meses, en once freatrímetros y dos pozos de agua).

“Todos estos muestreos –apunta Garfunkel– forman parte del Plan de Monitoreo Ambiental del Proyecto CAREM que permiten relevar de manera constante los diferentes impactos que se producen en la multiplicidad de tareas que se desarrollan cotidianamente en el Predio CAREM, lo cual es fundamental para poder trabajar sobre ellos en pos de una gestión ambiental sustentable”.

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