Brigadier general Ernesto Horacio Crespo, el estratega detrás de la Fuerza Aérea Sur
Durante la Gesta de Malvinas, el entonces brigadier fue seleccionado para planificar y conducir la mayoría de las acciones aéreas contra la flota británica
En 1982 mientras ocupaba el cargo de titular de la IV Brigada Aérea de Mendoza, el brigadier Ernesto Crespo, se convirtió en un actor fundamental en el Conflicto del Atlántico Sur cuando fue designado para comandar la Fuerza Aérea Sur, con asiento en Comodoro Rivadavia.
Desde allí el eximio piloto de caza planificó, condujo y supervisó la mayoría de las acciones aéreas contra la flota británica.
"Si alguien creyó que la frase 'Defender la Patria hasta perder la vida' era sólo una declaración, esta es la hora de la verdad"
brigadier general Ernesto Crespo (1982)
El 16 de abril de 1982, ante el cambio de la situación estratégica con la partida de la Armada británica desde Portsmouth, el comando de la Fuerza Aérea Sur elaboró el Plan de Operaciones Esquemático 01/82 en tan sólo 11 días, definiendo en un solo documento -que se mantendría hasta finalizado el Conflicto- las acciones a llevar adelante por todos los elementos dependientes del comandante de la Fuerza Aérea Sur.
En sus apuntes personales, el oficial dejó asentados algunos de los extractos que a continuación se detallan: “Los integrantes de la Institución que dieron origen a la Fuerza Aérea Sur, no participaron en la planificación previa que dio como resultado la efímera recuperación de las Islas (…) y se prepararon prácticamente por iniciativa propia, en horas, para medirse con una de las principales potencias del mundo”.
El objetivo de este Plan consistiría en: “Neutralizar la posible acción de la Fuerza de Tareas Naval inglesa, realizando operaciones aéreas y terrestres, a partir de la fecha y hasta la finalización de las hostilidades, a fin de contribuir al ejercicio pleno de la soberanía en las Islas del Atlántico Sur”.
"Combatiremos hasta el último hombre, incluso quien les habla"
comandante de la Fuerza Aérea Sur (1982)
El Comando de la FAS fue fundamental para el heroico desempeño del personal de la Fuerza Aérea Argentina: de los 42 barcos de guerra enviados por Gran Bretaña, 7 fueron hundidos, 5 quedaron fuera de combate y otros 12 sufrieron averías.
Luego de 44 días de contienda en los cuales la Institución dio muestras de bravura, hidalguía y profundo amor a la Patria, el 14 de junio de 1982, el brigadier Crespo dio su palabra de honor que cesaría las hostilidades, negándose a rendirse.
Su legado y las decisiones que tomó durante el Conflicto del Atlántico Sur continúan siendo ejemplo de conducción tanto en el ámbito aeronáutico nacional como internacional.
Al finalizar la Gesta de Malvinas, fue designado Comandante de Operaciones Aéreas, cargo que ocupó desde el 21 de diciembre de 1983 hasta el 10 de diciembre de 1984.
En 1985, fue nombrado jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina. Durante su gestión dispuso que todos los oficiales que habían participado en la Gesta de Malvinas transmitieran sus enseñanzas a los pilotos que se formaban en la Escuela de Aviación Militar.
En 1989 se retiró de la Fuerza Aérea Argentina con el grado de brigadier general y se dedicó a difundir la causa Malvinas en foros y encuentros con las futuras generaciones.
Falleció a los 89 años el 6 de marzo de 2019 y fue despedido con honores por el personal de la Institución. Ese mismo año, durante la ceremonia en conmemoración por el 1° de mayo, Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina, se distinguió al destacado oficial con la orden “Distinción Al Mérito Aeronáutico” en el grado de “Honorable Caballero del Aire”.
Fuente: Dirección de Estudios Históricos / Noticias en Vuelo