Brechas de género en la ruralidad: las mujeres y LGBTI+ dedican más horas en tareas de cuidado que los varones
Se presentó el “Informe sobre rol productivo, oportunidades de innovación tecnológica y decisiones para mujeres de la Agricultura Familiar Campesina Indígena” y se plantearon propuestas para la reducción de las brechas de género en el mundo rural.
La Subsecretaría de Formación, Investigación y Políticas Culturales para la Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) participó en la Mesa “Brechas de Género en la ruralidad: claves para pensar el desarrollo de la agricultura familiar campesina e Indira y de la pesca artesanal”. En el encuentro se analizaron las problemáticas que conforman las brechas de género que atraviesan las mujeres y LGBTI+ en el entorno rural. En ese sentido, se apuntó principalmente al uso desigual del tiempo entre varones, mujeres y LGBTI+, las tareas de cuidado y las representaciones sobre género y diversidad en la ruralidad.
Durante la jornada también se presentaron los datos del “Informe 2021/2022 del Registro sobre rol productivo, oportunidades de innovación tecnológica y decisiones para mujeres de la Agricultura Familiar Campesina Indígena destinatarias del Plan Integral En Nuestras Manos”. El registro se desarrolló en conjunto entre el MMGyD y el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI).
Los datos aportados por el relevamiento aportarán a ampliar y mejorar las políticas públicas con perspectiva de género en el sector agropecuario, en conjunto con el Ministerio de Economía, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y el INAFCI.
Por el MMGyD participaron Bruno Bazán, a cargo de la Dirección de Investigación, Innovación y Promoción del Desarrollo con Perspectiva de Género. Además, estuvieron presentes por parte del INFACI, su presidente, Miguel Ángel Gómez Humbert; la directora de Géneros e Igualdad, Deolinda Carrizo; y la directora nacional de Fortalecimiento y Apoyo a las Organizaciones de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, Araceli Ferreyra.
También participaron la directora nacional de Transferencia y Extensión del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), María Rosa Scala; la directora general de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ana Pont Vergés; y la coordinadora nacional de Agricultura Familiar del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), Lucía González Espinoza.
El Informe en números
Para la elaboración del documento, se entrevistaron mujeres de todo el país que forman parte del Plan Integral En Nuestras Manos (ENM), una iniciativa que busca aportar al cierre de brechas de desigualdad de género en cuanto a la propiedad, acceso y goce de las tecnologías de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena y de la pesca artesanal.
El Plan constituye un paso imprescindible en la elaboración políticas públicas transversales que garanticen el acceso a recursos y a bienes en mujeres y LGBTI+, y puedan continuar desarrollando sus modos y forma de vida con menos desigualdad y como protagonistas de la producción.
Principales datos revelados
Casi el 65 % de las entrevistadas viven con menores de 14 años, el 12 % con personas mayores y cerca de un 20 % vive con alguien con discapacidad. De estos datos, se puede inferir una recarga en las tareas de cuidado, asumidas mayoritariamente por mujeres.
La venta directa y en ferias es una tarea feminizada en la Agricultura Familiar Campesina Indígena del ENM: en más del 80 % de los casos está a cargo de mujeres.
Casi la totalidad de las entrevistadas realizan tanto tareas de producción como de cuidados: en promedio dedican 7:25 horas a las primeras y 6:23 horas a las segundas.
En el caso de las tierras sobre las que existe documentación, ésta a nombre de varones en el casi 57 % de los casos, donde se observa una clara brecha en la titularidad.
En la posesión y uso de tecnologías es donde se observan más claramente las brechas existentes. Así se manifiesta en la posesión y manejo de transporte: sólo la mitad de las entrevistadas poseen moto o la manejan. Cuando se compara con tecnologías para la producción, los valores son menores. Un ejemplo es el tractor: sólo el 16,7 % lo poseen y apenas un cuarto de las entrevistadas lo manejan. En el caso de tractores, las mujeres propietarias son sólo el 15 %, mientras que la propiedad de las motos es muy similar entre varones y mujeres.