Avances en el Programa de Vigilancia del Recipiente de Presión de la Central Nuclear Atucha II
En sus laboratorios del Centro Atómico Ezeiza, la CNEA realizará los ensayos mecánicos para evaluar el estado, envejecimiento y vida útil de los materiales del principal componente del reactor ubicado en Lima, provincia de Buenos Aires.
Autoridades de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) visitaron el Centro Atómico Ezeiza para interiorizarse sobre los avances en el proyecto de ensayos preliminares para el Programa de Vigilancia del Recipiente de Presión de la Central Nuclear Atucha II. Estas tareas son desarrolladas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, como parte de su compromiso para asistir tecnológicamente a NA-SA, en un esfuerzo conjunto para asegurar que las centrales nucleares operen de manera segura y eficiente.
En este marco, la CNEA desarrolló un plan integral de readecuación de parte de sus instalaciones y equipos para prestar este servicio a NA-SA, con el objetivo de cumplir con las normas internacionales más exigentes y las mejores prácticas disponibles. El próximo paso es realizar en esas instalaciones los ensayos con muestras irradiadas para evaluar los materiales del recipiente de presión de Atucha II.
El gerente de Ingeniería de NA-SA, Fernando Schroeter y el subgerente de Mecánica y Civil de la empresa, Juan Ramos Nervi, fueron recibidos en el Centro Atómico Ezeiza por el gerente adjunto de Área Energía Nuclear, Elvio Antonaccio, y el gerente de Área del Ciclo del Combustible Nuclear, Oscar Novara. También participaron especialistas de Producción de Radioisótopos y Aplicaciones de la Radiación. Estas tres áreas son las que están trabajando en el proyecto.
“Estamos cerrando la primera etapa del programa de vigilancia del recipiente de presión de la central nuclear Atucha II, que consistió en preparar las instalaciones, el equipamiento y entrenar al personal para poder realizar las evaluaciones. El objetivo es hacer un seguimiento del material del recipiente de presión de la central nuclear para evaluar su estado, su envejecimiento y su vida útil. Este es un hito muy importante, porque es un programa desarrollado y ejecutado íntegramente en la Argentina. En este trabajo intervienen varios grupos de diferentes gerencias de la CNEA que forman un equipo interdisciplinario”, destacó Antonaccio.
“Este proyecto se construye sobre la experiencia en ensayos previos para el 2º y 3º set de probetas del programa de vigilancia para el recipiente de presión de Atucha I (1993 y 1999 respectivamente) y para los canales combustibles de esa central (2009 - 2014), como así también para los tubos de presión de la Central Nuclear Embalse (2001-2002)”, detalló.
Los visitantes recorrieron la instalación de celdas calientes, que es donde se realizarán los ensayos. “Ya obtuvimos la licencia de puesta en marcha de esta instalación por parte de la Autoridad Regulatoria Nuclear. Esta figura regulatoria permite realizar pruebas en celdas calientes para demostrar que allí se puede manipular y operar material radiactivo, incluyendo las probetas del recipiente de presión de Atucha II, y que el personal está capacitado para hacerlo”, explicó Novara.
Qué es el programa de vigilancia del recipiente de presión
El recipiente de presión es el principal componente de un reactor y contiene a su núcleo, que es donde ocurre la reacción nuclear. Como parte de los requisitos de seguridad, NA-SA requiere evaluar periódicamente el envejecimiento de sus materiales, que es producido por las condiciones de temperatura y flujo neutrónico a los que están sometidos dentro del reactor. Es necesario asegurar que, incluso a pesar de este envejecimiento, la central tenga la capacidad de operar en forma segura durante cualquier tipo de situación.
La parte fundamental del programa de vigilancia de la Central Nuclear Atucha II implica la realización de ensayos mecánicos sobre probetas, que son pequeñas muestras representativas del material utilizado en el recipiente de presión del reactor. Actualmente, estas probetas se encuentran en cápsulas dentro de este recipiente, con el fin de exponerlas a condiciones de irradiación neutrónica y temperatura similares a las que se someten los materiales que lo componen.
“En la segunda etapa del programa vamos a analizar las probetas irradiadas en nuestra instalación de celdas calientes, que es la que venimos preparando para poder manejar ese material radiactivo”, anticipó Antonaccio.
Previo al retiro de la primera cápsula, se están realizando ensayos con material no irradiado, con el propósito de desarrollar el método, entrenar al personal y demostrar que las mediciones cumplen con todos los requisitos impuestos por las normas internacionales de ensayos y por la Autoridad Regulatoria Nuclear y siguiendo un sistema de gestión de calidad.
En forma paralela, se están realizando cálculos teóricos para estimar el nivel de daño por radiación de los materiales dentro de las cápsulas, para poder relacionarlo con el que experimenta la pared del recipiente de presión. Por otro lado, se están redactando los procedimientos y adecuando los laboratorios para analizar los monitores de temperatura y de dosimetría neutrónica colocados dentro de las cápsulas.
“Este proyecto nos permite adquirir experiencia en programas de vigilancia de recipientes de presión, que después va a ser aplicable para cualquier reactor, y esto tiene un valor importantísimo para el desarrollo de la industria nacional”, sostuvo Antonaccio.
La finalización de este proyecto representará un salto tecnológico para la CNEA y para todo el sector nuclear argentino, gracias al trabajo conjunto con Nucleoeléctrica Argentina S.A., y al esfuerzo coordinado y transversal de especialistas de las diferentes gerencias de área de la CNEA involucradas. Además, permitirá aumentar la oferta tecnológica de la institución en el país y la región, contribuyendo al uso continuo de la tecnología nuclear en forma segura para el bienestar de la población.