Autoridades de SIGEN recorrieron el primer centro de protonterapia de Latinoamérica
Se trata de un proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo que tiene a su cargo el desarrollo.
El Síndico General de la Nación, Carlos Montero, visitó el Centro Argentino de Protonterapia (CeArP) acompañado de los síndicos generales adjuntos, Irma Miranda y Máximo Borzi de Lucia. Fueron recibidos por la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis; además se encontraban presentes funcionarios de ambos organismos.
Durante la visita, las autoridades de SIGEN recorrieron las instalaciones del Centro, donde recibieron una descripción del proyecto y conversaron sobre su operativización.
La CNEA es el organismo que tiene a su cargo este desarrollo, incluyendo la definición, construcción, y puesta en marcha del Centro Argentino de Protonterapia (CeArP), pionero en esa materia en todo Latinoamérica; el proyecto también cuenta con participación del INVAP, de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en particular con la colaboración del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo.
Consta de dos sectores: uno de radioterapia convencional pero con tecnología de la más sofisticada. El sector restante es el de Protonterapia, donde se ubicará un equipo de enormes dimensiones de última generación.
Cabe destacar que la protonterapia es una forma de radioterapia que utiliza protones como si fueran misiles de máxima precisión contra los tumores. Durante el tratamiento, los iones cargados de altas energías penetran en los tejidos con muy poca dispersión lateral, depositando bajas dosis en los primeros centímetros (tejidos sanos) para finalmente concentrar la máxima dosis durante su frenado en los últimos centímetros de su trayectoria, es decir en la zona tumoral.
Las estructuras críticas y tejidos sanos (como podrían ser el corazón, el cerebro o la comuna vertebral) que se encuentren próximas a la zona afectada por un tumor, pueden evitar ser irradiadas o eventualmente recibir mucho menor impacto que con otras modalidades de radioterapia.
Irregularidades y dilaciones: la historia del centro
El centro fue concebido a partir de la sanción de la ley que creó el Plan Nacional de Medicina Nuclear en 2014 para brindar acceso a toda la población a un tratamiento innovador contra el cáncer. Así, en el año 2015 se adquirieron los equipos a la empresa IBA de Bélgica.
En aquel entonces, Argentina había abonado la compra de la tecnología casi en su totalidad y solo restaba el traslado al país y su posterior instalación.
Sin embargo, el cambio de autoridades del Poder Ejecutivo Nacional en 2015 derivó en asignaciones presupuestarias insuficientes para dar previsibilidad al proyecto. Así, se produjeron importantes retrasos en las obras y en el traslado de equipos, como así también indefiniciones en la ubicación e instalación del equipamiento e incertidumbre respecto a la continuidad del Plan Nacional de Medicina Nuclear.
En conclusión, la instalación del Centro quedó trunca durante la anterior gestión de gobierno, motivando que no se pudiera tratar, durante todos estos años, a pacientes con patologías avanzadas y generando, asimismo, pérdidas de recursos al Estado producto del aumento de costos para la construcción del espacio.
Todas estas razones motivaron un informe que SIGEN envió a la Oficina Anticorrupción para analizar eventuales responsabilidades ante la deficiente gestión.
Sobre el cierre de la visita, el Síndico General de la Nación consideró: "Es doloroso observar cómo la falta de gestión dejó durante tantos años a muchos argentinos y argentinas sin un tratamiento avanzado”.
“Es sumamente importante comprender que este Centro lleva a la Argentina no sólo a brindar un tratamiento de última generación a partir del esfuerzo de un Estado presente, sino que, además, es reflejo de innovación y nos posiciona en materia de tecnología nuclear para la salud", añadió.