Se trata de la iniciativa denominada “Producción biotecnológica de la proteína Spike completa de SARS-CoV-2 y péptidos sintéticos para fines diagnósticos y terapéuticos” es uno de los 84 proyectos que cuentan con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el CONICET.

María Victoria Miranda dirige al equipo conformado por profesionales del Instituto de Nanobiotecnología, el Laboratorio de Inmunoendocrinología de la Cátedra de Inmunología y el Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral, la Cátedra de Virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, el Instituto Nacional de Producción de Biológicos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” y la empresa AgIdea SRL que trabaja en esta investigación. Este grupo también contó con la colaboración del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida que brindó las muestras de plasma humano necesarias para la investigación. Esta iniciativa fue impulsada con el fin de producir, en un plazo de seis meses, la proteína Spike completa del SARS-CoV-2 para utilizarla en la producción de test diagnósticos. También podría emplearse en el diseño de vacunas o nuevos tratamientos.

A la fecha, el proyecto ya alcanzó dos hitos importantes. Por un lado fue posible la producción completa y de alta calidad de la proteína Spike del SARS-COV-2. Por otro, la proteína fue efectivamente utilizada para realizar un método diagnóstico serológico. Este test resulta ser versátil al poder utilizarse tanto para medir el nivel de anticuerpos (semicuantitativo) como para hacer un seguimiento tanto de pacientes que padecieron COVID-19 como de aquellos que recibieron una vacuna. El test es un kit de ELISA que permite detectar en el día los isotipos de los anticuerpos IgM, IgG, IgA anti SARS-CoV-2. Además, es capaz de detectar los anticuerpos provenientes de diferentes especies lo que permitió su uso en el seguimiento de los planes de inmunización de equinos para la producción de sueros terapéuticos hiperinmunes. Al usar únicamente a la proteína Spike como antígeno, este kit cuenta con la ventaja de que casi la totalidad de sus componentes están disponibles en el mercado local, una contribución muy relevante para nuestro país.

La utilización de tests serológicos cuenta con varios beneficios: la determinación del número de casos asintomáticos que hayan cursado la infección en la población; la evaluación del nivel de anticuerpos en plasma de convalecientes y la medición del nivel de anticuerpos alcanzados y el tiempo de permanencia tras la aplicación de nuevas vacunas.

La técnica usada para sintetizar dicha proteína está basada en el uso de larvas de insectos como plataforma biotecnológica. El uso de insectos plagas como “biofábricas” de proteínas es innovador en nuestro país y permite simplificar el proceso de producción en comparación a otros sistemas que requieren de equipamiento más sofisticado. Los resultados obtenidos con esta técnica hacen atractivo al proceso de producción para su escalado.