Presidencia de la Nación

Ambiente formó parte de un taller binacional sobre la restauración de ecosistemas afectados por el castor

Con participación de Argentina y Chile, el encuentro buscó compartir las experiencias a uno y otro lado de la cordillera y trazar un mapa de ruta para el trabajo conjunto.


En el marco del Acuerdo Binacional entre la República Argentina y la República de Chile sobre la Restauración de los Ecosistemas Australes Afectados por el Castor Americano (Castor canadensis), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación formó parte de un taller binacional realizado entre ambos países, con enfoque en la restauración de los ecosistemas afectados por esa especie invasora. El encuentro contó con las exposiciones de autoridades nacionales de ambos países, de la provincia de Tierra del Fuego y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a especialistas en la materia.

En la apertura, que se realizó en línea, participó Florencia Gómez, secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales en la cartera nacional que dirige Juan Cabandié. La funcionaria expresó: “actualmente ya contamos con un marco normativo para la gestión integral de las especies exóticas invasoras” y agregó que “este taller es una oportunidad para poner en la mesa las lecciones aprendidas”.

En ese sentido explicó: “Hago referencia a compartir las experiencias en términos de cuáles han sido los desafíos respecto de las exóticas invasoras, que representan globalmente la segunda amenaza a la pérdida de la biodiversidad. Es importante para nosotros poder transmitirles la importancia de dar continuidad y garantizar institucionalidad”.

Cabe mencionar que mediante la Resolución 109/21 la cartera de Ambiente nacional publicó en el Boletín Oficial una lista de especies exóticas invasoras que se utilizará como herramienta para su control. El objetivo de la normativa es evitar que estas especies ingresen y se trasladen entre jurisdicciones, además de promover acciones de contención, prevención, detección temprana, control y erradicación.

Por su parte, Carlos Olave, secretario regional ministerial del Medio Ambiente de Chile, agradeció “la predisposición del gobierno de Argentina con nuestro país” y “la sinergia que se ha logrado para poder lograr el objetivo común que tenemos que es combatir de alguna manera esta especie que se nos está viniendo encima”.

Luego, tomó la palabra Sonia Castiglione, ministra de Producción y Ambiente de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. La ministra se refirió “a la necesidad de darle institucionalidad a estos temas porque en eso radica la continuidad, la constancia, el camino que hay que seguir y que tiene que ser sostenido en el tiempo para que encuentre resultados en las acciones”. También agradeció poder volver a poner la problemática en agenda.

En la apertura también estuvieron presentes el representante de FAO en Argentina, Carmelo Gallardo; y la representante regional adjunta de la FAO para América Latina y el Caribe y representante en Chile, Eve Crowley. Durante el taller, que se desarrolló a lo largo de todo el día, se realizó la exposición de las experiencias de desarrollo de los proyectos referidos al castor tanto en Argentina como en Chile, a la vez que se analizaron las perspectivas para el abordaje de la problemática de esta especie en el marco del acuerdo binacional. Vale indicar que, en ambos casos, se trata de iniciativas que cuentan con financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.

Además, en el encuentro se expusieron las conclusiones de los distintos grupos de trabajo; se abordó la validación de un acuerdo sobre campos de información relevantes, el protocolo para compartir información e intercambiar experiencias; se procedió a la identificación de brechas entre lo establecido en el plan de acción y contingencia y lo realizado en los proyectos GEF; se conformó una mesa de trabajo y seguimiento de ambos países, con propuestas de avances conjuntos y es estableció una hoja de ruta para esta labor.

El castor

La especie fue introducida en 1946 en la Isla Grande Tierra del Fuego, que alcanzó una distribución rápida en este territorio insular argentino y chileno y colonizó luego la península Brunswick, en el territorio continental de Chile. Los impactos de la especie incluyen la destrucción de árboles por anillado e inundación de bosques de Nothofagus, así como también la modificación de la dinámica de nutrientes del bosque.

El castor ha generado la disminución en la biomasa y volumen de los bosques, especialmente de los clasificados como bosques de protección por estar asociados a cursos de agua, un impacto difícilmente recuperable de manera natural. La especie también tiene un impacto serio en los servicios ecosistémicos de las turberas, los cuales tienen un rol sustancial en la regulación de cuencas, en el sustento a la biodiversidad y por su contribución global en la retención de carbono.

Scroll hacia arriba