Alexandre Roig en el 5º Congreso Internacional de Coninagro
El presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, Alexandre Roig, participó del 5° Congreso Internacional de Coninagro convocado bajo el título "Alimentos para Argentina y el mundo: un desafío del cooperativismo".
El presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, Alexandre Roig, participó del 5° Congreso Internacional de Coninagro convocado bajo el título "Alimentos para Argentina y el mundo: un desafío del cooperativismo".
El encuentro, realizado en la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA) del barrio porteño de Puerto Madero, contó con la participación de autoridades y personalidades de la política del ámbito local e internacional, especialistas en temas económicos que abordaron las ventajas estratégicas que puede aportar la ruralidad y la impronta federal del cooperativismo, técnicos e investigadores sobre temas vinculados a la alimentación, y referentes en materia de biotecnología y sustentabilidad.
En esa oportunidad, el titular del INAES puso de manifiesto que "el asociativismo es una de las formas de organización del trabajo y de la producción que va a permitir el desarrollo del mercado laboral”, y señaló: “Vemos que hay muchas instituciones tradicionales que van encontrando algunos límites y en el cooperativismo hay una forma de organizar el trabajo que permite abrazar, contener y reorientar un conjunto de trabajadores y de productores que no encuentran su lugar en las formas tradicionales”.
Roig indicó que en la actualidad hay más de 350.000 puestos de trabajo en relación de dependencia en el sector cooperativo y esa cantidad se multiplica en toda la cadena.
“El país tiene el gran desafío de desarrollar no sólo el campo sino también la ruralidad porque la Argentina sigue siendo un país con una población rural muy baja, del orden del 7,4%, una de las más bajas del mundo. Y nosotros deberíamos llevar la población rural a proporciones mucho más altas y eso implica pensar en las economías regionales, el desarrollo local, la inversión en infraestructura, y es ahí donde el cooperativismo tiene un lugar central. Sostener el cooperativismo debería ser una política de Estado y de largo plazo para desarrollar el campo y la población rural”, agregó.
Además, Alexandre Roig destacó: “Desarrollar, por un lado, el modelo cooperativo y mutualista y, por otro, el crédito descentralizado, es una concepción de país totalmente distinta a la que tenemos que es muy centralizada y urbanizante. La organización asociativa, además de ser otra forma de articulación y ordenamiento para trabajadores y productores, también acerca servicios y facilidades a lo largo y ancho de la Argentina”.
Para finalizar, el presidente del Instituto subrayó: “Fortalecer este modelo marca el camino necesario a una institucionalidad y una organización productiva distinta a la que tenemos hoy. Necesitamos, de la mano del cooperativismo y el mutualismo, instituir una Argentina donde todo el mundo pueda comer y en donde los intereses de los trabajadores y los productores estén en el centro de nuestras preocupaciones”.