Durante el evento virtual se compartieron las experiencias de los procesos llevados a cabo en forma exitosa de financiamiento de asociaciones civiles en el mercado de capitales, y las fuentes de apoyo clave en diversas etapas de los procesos productivos que brinda la CNV junto al Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD).
Coordinado por Clarisa Valentunokis y Alejandra Díaz Biglia, el conversatorio también contó con las ponencias de Matías Kelly, presidente de Sumatoria, y María Laura Tinelli, de Pro Mujer.
“Es muy importante poder difundir lo que hemos logrado con mucho esfuerzo en estos años, modificando normativas y armando la cadena de valor que posibilitó que los participantes del mercado de capitales invirtieran su dinero en emisiones que permiten financiar sectores microproductivos y de la economía social y popular. Es importante que otros actores conozcan que esto es posible y se animen a acercarse”, dijo Erpen.
Tras destacar el rol de las entidades de crédito que atienden las necesidades de financiamiento de la parte más necesitada de la sociedad, Erpen destacó que “hemos conseguido una alianza tácita entre el sector público y el privado para conseguir que parte del dinero disponible entre los inversores pueda asistir a los sectores más vulnerables con tasas que son accesibles, en un entorno económico muy complejo”.
La directora de CNV explicó el circuito que hay que recorrer para realizar la emisión de una Obligación Negociable y remarcó el apoyo de los voluntarios que participan en el Laboratorio CNV-PNUD para apoyar y coordinar la relación entre los potenciales emisores y los actores necesarios (asesores legales, entidades de garantías y calificadoras de riesgo).
Pro Mujer hizo historia en febrero pasado con colocación del primer bono de género en el nuevo régimen de ON sociales garantizadas, por 200 millones de pesos, y destinado a financiar microemprendimiento de 1700 mujeres de distintos puntos del país.
Por su parte, Techo emitió un bono social para financiar la fábrica propia de viviendas de emergencia para las familias de asentamientos, por 18 millones de pesos. En el caso de Sumatoria, lanzó la tercera colocación por 120 millones de pesos y el monto ofertado alcanzó el récord de 11 veces esa cifra, lo cual refleja el interés por estas emisiones de impacto social, ambiental y de género.
Pro Mujer y Sumatoria preparan nuevas emisiones para los próximos meses, con el objetivo de atender una demanda creciente de financiamiento de pequeños agentes económicos que producen un impacto positivo a nivel social y/o ambiental.