Adamoli participó en la ONU del evento “Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables a través de la ESI”
La directora de Educación para los Derechos Humanos, Género y ESI del Ministerio de Educación, Celeste Adamoli, aseguró hoy que “es a partir de celebrar las diferencias que se construyen más y mejores vínculos respetuosos, libres de todo tipo de violencias y de discursos de odio”.
Adamoli expuso hoy en el evento paralelo “Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables a través de la educación sexual integral”, en el marco de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el ocasión del 77° período de sesiones de la Asamblea General.
El evento fue convocado por el Ministerio de Desarrollo Social de Sudáfrica, con la participación de las iniciativas Nexus y She Decides, y tuvo por objetivo principal invitar a los Ministros de Educación y Relaciones Exteriores a dialogar sobre el rol de la educación sexual integral en el desarrollo de niñas, niños, y adolescentes, así como su aporte en el logro del Objetivo de Desarrollo Sustentable 4 referido a la Educación de Calidad.
Respecto de la implementación de la política de Educación Sexual Integral en la Argentina destacó que “a más de 15 años de la sanción de la ley de ESI, es necesario pensar la educación sexual integral como un derecho que se ha ido ampliando y actualizando con cada una de las conquistas sociales, traducidas en leyes, que nuestro país ha ido incorporando”.
“Me refiero a: la ley de Identidad de género, matrimonio igualitario, protección integral para la prevención de violencias contra las mujeres, entre otras leyes “que vinieron después”, que nos permiten observar la integralidad de la ESI y la necesidad de mantenernos actualizados en información, diálogo, contenidos y escucha para la construcción de nuevas ciudadanías democráticas en nuestras escuelas”, precisó.
Asimismo, mencionó que “la ESI como política pública representa un posicionamiento político-pedagógico para la construcción igualitaria de subjetividades atravesadas por nociones más amplias de ciudadanía, cuidado, género y sexualidad, desde un paradigma de Derechos Humanos. Educar desde una perspectiva en y para los Derechos Humanos es un compromiso y mandato de nuestras democracias y expresa una decisión política vinculada con la construcción de nuevas ciudadanías en las escuelas”.
En su cierre resaltó que “la transformación de la educación requiere un aumento significativo de la inversión para la calidad, una base sólida en el desarrollo y que debe estar respaldada por un fuerte compromiso político y una planificación sostenida que permita mostrar avances”.
“Nos queda mucho trabajo por delante, y sabemos que nunca es en soledad, por eso celebrar estos espacios de intercambio en donde Estado, sociedad civil y organismos internacionales nos encontramos por el objetivo común de construir más y mejores políticas públicas, más y mejores derechos para lograr igualdad y justicia social”, concluyó.