Acto en conmemoración a 120 años del histórico rescate de la corbeta ARA “Uruguay” a la expedición sueca en la Antártida
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, junto al jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Horacio Guardia encabezaron esta mañana, en la corbeta ARA “Uruguay”, en Puerto Madero, el acto por los 120 años de la histórica zarpada al mando del entonces teniente de navío, Julián Irízar, quien lideró el rescate en la Antártida de la expedición sueca. Esta misión, que tuvo lugar en el año 1903, se recuerda como un hito a nivel mundial, ya que simboliza la valentía y solidaridad de la Armada Argentina en la salvaguarda de la vida humana en aguas antárticas y el inicio de la presencia permanente e ininterrumpida de nuestro país en el continente blanco.
Allí el ministro expresó: “Esta misión se trató de la primera operación de búsqueda y rescate del Atlántico Sur, una tarea que Argentina realiza hasta el día de hoy en conjunto con la marina de Chile y representa nuestra visión temprana hacia el sur. Y plasma la decisión de las autoridades argentinas de tener una presencia militar en el continente antártico, de contribuir a su conocimiento y su investigación, razón por la que somos parte del Tratado Antártico”.
Y agregó: “Hoy tenemos una política de fortalecimiento de la presencia de Argentina en la Antártida y de las tareas de investigación y las condiciones en que se realizan estas, porque nuestro país tiene una tradición de la que se siente honrada y este barco tiene que servir de ejemplo para las generaciones futuras y para todos aquellos que creen en la ciencia, en el esfuerzo y en el rol de las Fuerzas Armadas en el ejercicio de la soberanía en todo nuestro territorio nacional”.
A su turno, el almirante Guardia expresó: “Esta es una ceremonia muy particular y de enorme valor simbólico para la Armada Argentina. Es un testimonio que nos viene desde hace 120 años y que nos alienta a continuar con nuestra tarea de salvar la vida humana en el mar y protegerla”.
“Este evento, ocurrido hace 120 años, implicó por un lado, el reconocimiento profesional de nuestros marinos de entonces y también colocó a la República Argentina en la comunidad internacional como una nación antártica”, mencionó Guardia y sumó: “Tenemos el mandato de continuar con esa presencia que se inició hace 120 años. Aquella primera misión hacia la Antártida a cargo de Irízar y en esta unidad, se ha proyectado a lo largo del tiempo y es una constante que no vamos a abandonar y que además, da sentido a esta mirada que tenemos como país bicontinental y con la mirada hacia el Atlántico Sur”.
Durante el acto la presidenta del Correo Argentino, Vanesa Daniela Piesciorovski presentó una emisión postal con el sello de la Corbeta en homenaje a toda su tripulación. Este es el mayor reconocimiento que puede otorgar el Correo Argentino.
Finalmente, se procedió al descubrimiento de placas conmemorativas en honor al 120 ° aniversario de la Corbeta ARA "URUGUAY", por parte del ministro Taiana y las autoridades de la Armada Argentina.
Estuvieron presentes en el acto el jefe de Gabinete, Héctor Mazzei; el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Sergio Rossi; la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Carlos Ospital; el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; la directora nacional del Antártico, Patricia Ortúzar; el director del Instituto Antártico, Walter Mac Cormack; y el embajador de Noruega en el país, Halvor Sætre.
Acerca de la histórica zarpada de la corbeta ARA “Uruguay”
A fines de 1901, la expedición sueca dirigida por Otto Nordenskjöld, a bordo del buque "Antarctic", liderado por Carlos Larsen, partió hacia el continente antártico, un territorio aún inexplorado a principios del siglo XX. Antes de emprender la travesía, hicieron una parada en el puerto de Buenos Aires, donde el entonces presidente Julio Argentino Roca les proporcionó carbón, agua y las herramientas necesarias para invernar durante un año. A cambio de ellos, les solicitó incluir al alférez de Marina argentino, José María Sobral en su equipo.
Luego de desembarcar a Nordenskjöld, Sobral y cinco científicos en la Isla Cerro Nevado, el buque de Larsen se dirigió a las zonas de Malvinas y Tierra del Fuego para realizar actividades de caza, reparaciones y reabastecimiento. Al año siguiente, el "Antarctic" emprendió su viaje de regreso hacia la actual base Marambio.
Sin embargo, los hielos marítimos cerraron el acceso al punto de encuentro acordado. Tres de sus tripulantes desembarcaron en lo que hoy se conoce como Bahía Esperanza para intentar llegar por tierra y comunicar la situación del buque a la Expedición de Nordenskjöld. Un problema adicional surgió cuando encontraron la bahía inundada, lo cual dificultó aún más su avance a pie y la fuerza de los hielos terminó por destruir y hundir el "Antarctic", obligando a la tripulación de Larsen a naufragar y buscar refugio en la pequeña isla Paulet.
El Gobierno sueco emitió una alarma internacional el 30 de abril de 1903, y la Armada Argentina se ofreció de inmediato para ayudar, habiendo ya comprometido su apoyo a la expedición debido a la presencia de uno de sus hombres en el equipo. A pesar de no contar con un rompehielos ni experiencia en la Antártida, la Armada Argentina preparó la corbeta ARA “Uruguay” para zarpar desde Dársena Norte.
El 8 de noviembre, la corbeta “Uruguay” zarpó desde Buenos Aires para adentrarse en la Antártida, donde avistó una carpa entre los hielos, cerca de la actual base Marambio. Irízar decidió desembarcar y se encontró con dos hombres de la expedición sueca, con quienes se dirigió por tierra hacia Cerro Nevado para reunirse con Nordenskjöld y el resto de su equipo. Mientras tanto, la corbeta llegó navegando bajo el mando de su segundo comandante.
Este evento adquirió una importancia vital para el país, ya que demostró al mundo nuestra capacidad de búsqueda y rescate en aguas antárticas y marcó el inicio de nuestra presencia permanente e ininterrumpida en el continente blanco, a través de la invernada del Alférez José María Sobral, primer argentino que formó parte de la expedición de Otto Nordenskjöld.
Desde sus comienzos, la Armada ha considerado la protección de la vida humana en el mar como uno de sus principios fundamentales. En cumplimiento de este compromiso, cada temporada de verano austral, la Armada Argentina lleva a cabo la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) en colaboración con la Armada de Chile.
Esta operación tiene como objetivos la salvaguardia de la vida humana en el mar, la lucha contra la contaminación marina, el apoyo a buques en dificultades y el socorro al personal accidentado o enfermo en las bases antárticas, todo en conformidad con el Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo de 1979 y en el marco del Tratado Antártico para la preservación del ecosistema.