141º aniversario de la Infantería de Marina
“PATRIAE SEMPER VIGILES”
La Infantería de Marina, fiel depositaria de un legado histórico de sucesivas generaciones conmemora hoy los 141 años de su formal creación. Más de catorce decenios que modelaron las características de sacrificio, nobleza de ideales y conciencia profesional.
Los inicios de los Infantes de Marina no fueron sencillos. Su incorporación a bordo de los buques ha sufrido avances y retrocesos según las exigencias que las circunstancias imponían en cada momento histórico. Sin embargo, la necesidad de contar con tropas embarcadas para operaciones terrestres o como artilleros adaptados a la vida marinera, y como factor de disciplina a bordo, se fue imponiendo hasta quedar consolidada en las principales Armadas del mundo.
La Infantería de Marina, cuyo comando se encuentra en la Base Naval Puerto Belgrano, posee unidades organizadas y en permanente adiestramiento, operando en todos los tipo de terrenos y climas que nuestro territorio posee, e integrándose a las unidades navales que zarpan en diferentes misiones
Hoy es un componente esencial de la Armada Argentina, desplegado en cada lugar superlativo de nuestras costas para dar rápida respuesta a cada requerimiento de la Patria. Por ello también en este día especial para la Fuerza, la Armada homenajea a cada Infante de Marina que formó y forma parte de la institución, y a los héroes que en estos 141 años escribieron páginas gloriosas de nuestra historia naval.
El legado histórico
La Infantería de Marina de la Armada Argentina nació con los efectivos enviados al Río de la Plata por la corona española para el mantenimiento y control de las fronteras del Virreinato; la primera aparición fue en la reconquista de las Islas Malvinas en 1767 y posteriormente en la defensa de Colonia del sacramento en la Banda Oriental. Siguieron las invasiones inglesas de 1806 y 1807, donde se organizaron unidades de defensa conformadas por un Batallón de Marina de 300 infantes y 100 marineros.
A fines de 1813, el panorama político y militar de nuestro país generaba una justa preocupación al Gobierno Patrio. Brown partió en los primeros días de marzo de 1814 con su improvisada flota a combatir a una de las Armadas más antiguas y poderosas del planeta, teniendo como primer objetivo la toma de la Isla Martín García, llave de los ríos Paraná y Uruguay. Brown dispuso que el Sargento Mayor de Marina Ricardo Baxter dirigiera la acción de desembarco, que se produjo el día 15 de ese mes. Al despuntar el alba, el objetivo estaba consolidado. Martín García es considerada la primera operación anfibia ejecutada por nuestro país y significó el inicio de las gloriosas campañas navales de la República Argentina.
En la década de 1870, con la presidencia de Sarmiento y la profesionalización de la Marina con la creación de la Escuela Naval Militar, una escuadra moderna y un arsenal, la Infantería de Marina cobró nuevo impulso. Cuando cuatro años después Nicolás Avellaneda asumió el gobierno, continuó la obra naval de Sarmiento y ese mismo año promovió la creación por Decreto de un Batallón de Infantería de Marina por considerarlo de particular importancia para el servicio de la Escuadra Nacional y, antes de culminar su mandato, firmó el 19 de noviembre de 1879 un decreto creando el Cuerpo de Artillería de la Armada, que debía depender de la Comandancia General de Marina, formalizando entonces el nacimiento de la Infantería de Marina de la Armada Argentina, siendo esta fecha la apropiada como punto de partida de su vida orgánica.
Con el correr de los años la estructura de la Infantería de Marina fue incorporando unidades, creando distintos asentamientos y adquiriendo doctrina y conocimientos específicos. Con la creación de Puerto Belgrano y sus baterías de costa, buena parte de la Artillería de Costas pasó a servir allí, teniendo como misión la operación y conservación del armamento y material de las baterías del Puerto Militar, que sirvió también de escuela para el personal que se designaba periódicamente para integrar sus filas. Además, se desempeñó allí como elemento de infantería, prestando servicios en Puerto Belgrano y en distintas reparticiones de la Marina.
Para diciembre de 1934 se dio fisonomía propia al cuerpo de Infantería de Marina como uno de los Cuerpos Militares de la Armada y se decidió que a partir del 1º de enero de 1939 su personal superior provendría solamente de la Escuela Naval Militar por lo que, el 14 de febrero de 1935, se produjo el ingreso de la primera promoción de infantes de marina de aquel instituto de formación, quienes egresaron como subtenientes de Artillería de Costas en 1939, formando parte de la Promoción Nº 66.
Finalmente, el marco legal de actuación fue establecido por medio de la Ley N° 12.883 de 1946, donde se creó la Infantería de Marina como elemento anfibio, integrante de la Marina de Guerra, capacitada para actuar sobre la costa, conformada con unidades de las distintas armas, que fueran necesarias para el cumplimiento de su misión. Con la promulgación de esta ley, el Cuerpo pasó a denominarse oficialmente Infantería de Marina y los uniformes y grados pasaron a ser definitivamente los de la Armada.
Este cambio de situación impuso a la Infantería de Marina transitar una nueva etapa que se tradujo en la adopción de medidas tendientes a reorganizar el Cuerpo, generar nuevas doctrina y procedimientos para un adiestramiento especializado e incorporar nuevos medios, basados en las necesidades tecnológicas que se presentaban.
La Infantería de Marina en Malvinas
Durante el conflicto bélico en el que se enfrentaron Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, hubo una gran cantidad de combates y operaciones en donde la Infantería de Marina demostró su coraje, profesionalismo y bravura.
Las mejores páginas contemporáneas de su accionar en combate se escribieron en la recuperación y posterior defensa de nuestras islas, donde con igual orgullo y dolor podemos afirmar que el primero y el último héroe caído en combate fueron Infantes de Marina.
Entre algunas de todas esas acciones de noble entrega a la Patria podemos destacar tres.
· La Operación Rosario: El Comando de la Infantería de Marina, como componente de la Fuerza de Tareas Anfibia, planificó y posteriormente formó parte de la conducción de la operación anfibia para la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido, que posteriormente daría inicio la Guerra del Atlántico Sur.
· El combate de Monte Tumbledown: Allí el Batallón de Infantería de Marina Nº5 resistió y repelió con una bravura elogiada luego por el enemigo, el ataque sobre su posición de fuerzas compuesta por unidades de guardias escoceses, guardias galeses y gurkhas.
.El combate de Monte Longdon: En esta elevación, los conscriptos Inchauspe, Giuseppetti, Maciel y Fernández, pertenecientes al Batallón Comando y Apoyo Logístico (BICO) detuvieron con sus ametralladoras de 12,7 mm. a toda una compañía británica de casi 120 hombres, ocasionando un elevado número de bajas y permitiendo el repliegue de sus camaradas.
Soldados de la paz
Ser un soldado de la paz es más que representar a la Nación y a la Fuerza a la que uno pertenece, es también representar a una Organización Internacional nacida a finales de la Segunda Guerra Mundial que brega por la paz en el mundo para evitar que aquella devastación vuelva a ocurrir.
Como grandes guardianes de la paz, los Infantes de Marina son seleccionados para participar e ir a las misiones de paz en donde la Armada Argentina es desplegada, dada su preparación, adiestramiento y aptitud para el combate.
Actualmente, hay Cascos Azules y observadores militares de la República Argentina que se encuentran cumpliendo funciones en las Misiones de Paz que Naciones Unidas dispuso en Chipre (UNFICYP), Sahara Occidental (MINURSO), Medio Oriente (UNTSO) y República Centroafricana (MINUSCA).
Pandemia COVID-19: Apoyar a nuestra comunidad
En un contexto de pandemia mundial a causa del virus COVID-19 y en el marco de la Operación “General Manuel Belgrano”, la Armada Argentina, a través de distintas unidades, presta apoyo a la comunidad y colabora con el despliegue logístico para que la ayuda social y sanitaria de los distintos municipios llegue a las poblaciones más necesitadas de todo el país. Gran parte de esta valiosa labor es realizada de forma ininterrumpida por los Infantes de Marina.
Este componente, que conforma el Poder Naval Integrado de la Armada, posee una gran capacidad de despliegue para realizar diferentes tipos de operaciones. Su preparación, versatilidad y disponibilidad de medios le otorgan a su personal las aptitudes necesarias para llevar a cabo movimientos logísticos en distribución de alimentos, vacunas e insumos para las poblaciones afectadas. También posee un adiestramiento sólido para responder de forma rápida ante desastres, desarrollando al máximo su capacidad de contención ante los distintos tipos de crisis.