Presidencia de la Nación

Los orígenes del establecimiento español de Puerto Soledad


Hacia mediados del siglo XVIII la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña se incrementó en el ámbito de la exploración geográfica. En ambos países se organizaron expediciones oficiales secretas con miras a la obtención de nuevos puestos de ultramar. En cuanto a Francia, la pérdida de Canadá la dejó prácticamente sin territorios en América, lo cual la llevó a proyectarse hacia otros lugares, como el Atlántico Sur. En esta región la Corona española venía ejerciendo regularmente su soberanía durante más de dos siglos, la cual era reconocido por las principales potencias de la época y ante quienes, a través de distintos Tratados bilaterales y multilaterales, así como mediante acciones bilaterales, hizo valer sus derechos sin protesta alguna. Sin embargo, en la década que va entre 1764 y 1774, Francia y Gran Bretaña pretendieron adquirir un punto de recalada en las Islas Malvinas de forma contraria a la soberanía preexistente de Madrid.

En estas circunstancias, el oficial y explorador francés Louis-Antoine de Bougainville emprendió la fundación de un establecimiento en las islas Malouines -llamado luego Fort Saint Louis-, en abril de 1764. Apenas conoció la noticia, en junio de ese año, la Corona española realizó la correspondiente protesta y exigió el retiro del francés de las islas. La corte francesa decidió entonces, luego de negociaciones diplomáticas, el desalojo del establecimiento en Malvinas, reconociendo la soberanía prexistente española. Por su parte, España se comprometió a reembolsar a Bougainville por los gastos correspondientes a lo que dejase en la isla, los realizados en concepto de transporte y los resarcimientos que se juzgasen razonables.

Luego de este incidente, el rey Carlos III resolvió que España debía fundar y mantener un establecimiento en las Islas Malvinas. En octubre de 1766, una real orden les informó al virrey del Perú y al gobernador de Buenos Aires la decisión del monarca español de hacer depender administrativamente a las Islas Malvinas de la gobernación y capitanía general de Buenos Aires. Designaba además, al capitán de navío Felipe Ruiz Puente como gobernador del archipiélago. En abril de 1767 se produjo, entonces, el retiro de Bougainville y la toma de posesión de las Islas Malvinas en nombre del rey Carlos III.

Durante ese período, Gran Bretaña mantenía una intensa actividad en el archipiélago de forma clandestina y de mala fe. En 1765, en total secreto, una expedición al mando de Lord Byron desembarcó en la isla Saunders (Isla Trinidad), izó la bandera británica, realizó una declaración en nombre del rey británico y zarpó a los pocos días sin dejar ningún establecimiento. Tiempo después, el capitán MacBride fue enviado junto con una compañía de infantes de marina a fin de realizar un establecimiento, el cual se denominó Port Egmont, localizar el establecimiento francés y reclamar las islas para Gran Bretaña.

La Corona española, desde mediados de 1765, sabía de la presencia británica en las inmediaciones de las Islas Malvinas. Las gestiones diplomáticas emprendidas a fin de aclarar esa presencia eran respondidas en forma evasiva por las autoridades británicas. Con su designación como gobernador, Ruiz Puente fue encomendando a localizar el emplazamiento británico y presentar una protesta por la intrusión en los dominios españoles. A partir del informe que elevó a la corte en Madrid se decidió el envío de una armada desde Buenos Aires al mando de Juan Ignacio de Madariaga para intimar al desalojo del establecimiento británico. En junio de 1770, y tras un intercambio de fuego, el destacamento de Port Egmont se rindió y capituló la entrega de las instalaciones a las fuerzas españolas.

Al conocerse lo ocurrido, España y Gran Bretaña entablaron negociaciones para buscar una solución al conflicto. En enero de 1771 llegaron a un acuerdo y la corona española manifestó mediante una Declaración unilateral la restitución solo de la posesión física del “puerto y del fuerte de Egmont”, sin que esa restitución afectara la cuestión de soberanía, y a su vez reservó su soberanía sobre el conjunto de las Islas Malvinas. Por su lado, el gobierno británico se contentó con aceptar esto como satisfacción a su honor mancillado por el acto de fuerza, sin reivindicar en lo más mínimo su pretendida soberanía.

Las Islas Malvinas permanecieron entre 1767 y 1810 bajo la administración y soberanía de España, la cual fue efectiva, exclusiva, ininterrumpida, pacífica, pública y de buena fe. Veinte Gobernadores y Comandantes políticos y militares ejercieron treinta y dos gobernaciones en forma sucesiva e ininterrumpida. Siguiendo sistemáticas instrucciones para asegurar la vigilancia y control de las regiones australes, llevaron a cabo actos de jurisdicción tanto en dichas islas como en la costa continental patagónica, en la Tierra del Fuego y en las aguas circundantes.

Documentos

  1. Glosas certificadas por Manuel de Irigoyen del “Instrumento que otorgó Mr. Luis de Bougainville para la entrega de las Malvinas” del 4 de abril de 1766 y de los oficios enviados por Felipe Ruiz Puente a Francisco de Paula Bucarelli de abril de 1767. [Buenos Aires], sin fecha. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  2. Copia [de 26 de diciembre de 1884] de una nota enviada por Julián de Arriaga a Juan José Vértiz instruyendo acerca del retiro británico de las Islas Malvinas. Aranjuez, 9 de abril de 1774. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  3. Copia fiel de la nota enviada por Juan José de Vértiz a Julián de Arriaga informando que daría cumplimiento a la Real Orden enviada y que se remitiría al Gobernador de Malvinas. Buenos Aires, 5 de julio de 1774. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  4. Copia fiel de la nota enviada por Francisco Gil y Lemos, Gobernador de Malvinas, a Julián de Arriaga dando cuenta de las medidas tomadas para cumplir con la Real Orden del pasado 9 de abril. Puerto de la Soledad de Malvinas, 16 de diciembre de 1774. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  5. Copia fiel de la nota enviada por Francisco Gil y Lemos, Gobernador de Malvinas, a Julián de Arriaga informando que en un reconocimiento de la Gran Malvina se reconoció la presencia británica. Puerto de la Soledad de Malvinas, 8 de mayo de 1775. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  6. Copia fiel de la nota enviada por Juan José de Vértiz a Julián de Arriaga sobre la subsistencia del establecimiento inglés en Puerto Egmont. Montevideo, 31 de julio de 1775. AR-AMRECIC-63-AH/0001/3 Descargar

  7. Copia fiel de la nota enviada por remitente sin identificar al Marqués González de Castejón enviando instrucciones para preservar la autoridad española en el archipiélago tras la evacuación británica de la Gran Malvina. San Ildefonso, 20 de agosto de 1776. AR-AMRECIC-63-AH/0001 Descargar

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