PYAM - Cloro en tabletas para diluir
Fue una mezcla de urgencia y entusiasmo. Pyam nació en 1991, cuando un brote de cólera cruzaba las fronteras y la consigna de “potabilizar” aún no formaba parte del vocabulario diario. Jorge Vigliani, que no era químico ni ingeniero y tampoco tenía experiencia en el rubro, viajó a Irlanda persiguiendo una idea: unas pastillas que purificaban agua en condiciones extremas. Regresó con la convicción de producirlas en Argentina. Y lo logró. Paso a paso, con ingeniería inversa, con el apoyo de profesionales convocados, con equipos armados con paciencia y visión, hizo realidad su proyecto.
Y luego llegó lo más complejo: ajustar este desarrollo al requerimiento de las Naciones Unidas en función de que estas pastillas se destinan a campamentos humanitarios en África, en Medio Oriente, donde la urgencia no espera. Deben resistir la humedad, el calor y tener una larga duración.
Hoy la empresa sostiene desde hace 19 años un contrato con UNICEF. Compite en el mercado por tiempo, confiabilidad y capacidad de respuesta. Cada caja de Pyam puede potabilizar hasta 280 mil litros de agua. Cada producto es una garantía, no una promesa.
Otro gran logro fue sumar a su producción tabletas desinfectantes que reemplazan a la lavandina líquida. Marcos Vigliani, gerente de comunicación, lo explica con claridad: “Una sola de nuestras pastillas equivale a 5 litros de solución desinfectante. Pero sin margen de error. Basta con disolver una pastilla en un balde y se obtiene una dosis exacta. Es seguridad doméstica y profesional”.
En ese camino técnico y desafiante, la asistencia del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), fue clave. Gonzalo Difeo, responsable del Departamento de Ingeniería de Procesos Químicos, detalla: “Junto a Pyam trabajamos en diversas oportunidades. Evaluamos clarificantes para piscinas y un floculante que logró reducir el 90% del arsénico en agua mediante pruebas jar test. Por otro lado, en el Instituto también se evaluó la eficacia alguicida de otros productos, así como la determinación de componentes activos y/o contaminantes orgánicos e inorgánicos por requerimiento de Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). En todos los casos, nuestra tarea fortaleció el desarrollo y la validación técnica de sus productos”.
Marcos valora ese respaldo con claridad: “El INTI es una garantía. Nos permite acceder a certificaciones que solos no podríamos alcanzar; entender técnicamente problemas complejos y validar desarrollos humanitarios que salvan vidas. Es nuestro lenguaje común con la industria, significa el código de confianza”.
Pyam exporta el 70% de su producción. Hasta el momento llegó a 113 países, con foco en África, Centroamérica y Medio Oriente. Pero existe un desafío pendiente: Brasil. “Por cercanía y necesidad sería ideal, tenemos capacidad y estándares para entrar en dicho mercado”.
¿Qué los hace distintos? Marcos lo resume sin necesidad del marketing: “Somos los únicos en Argentina y en la región que fabricamos estos productos. Sólo tres empresas en el mundo lo hacen. Pero además, ofrecemos soluciones reales y nuestra planta cumple estándares farmacéuticos”.
Elaboración de potabilizadores biológicos de agua y desinfectantes de superficie en tabletas y polvos efervecentes.
- Capacidad productiva anual: 1.500 millones de pastillas
- Planta productiva 8.000 m2
• POSICIÓN ARANCELARIA (NCM):
-3808.94.19 / Pastillas desinfectantes y polvos potabilizadores de agua
Más información en:
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Gerencia de Relaciones Institucionales y Comunicación.
Subgerencia Operativa de Relaciones Institucionales