Este elegante escritorio estilo secretaire, acompañado por su silla original, formó parte de la donación que Hipólito Ernesto Celesia realizó al Archivo General de la Nación. Además del mobiliario, el fondo Celesia incluye una valiosa colección documental que abarca desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XX. Una fuente imprescindible para reconstruir la historia argentina.

Con sus compartimentos ocultos, cajones y tapa abatible, este mueble refleja el espíritu de otra época. Fue centro de trabajo para archivistas que clasificaban, describían y protegían documentos, en un ritual silencioso de concentración y memoria. Sentarse frente a él es imaginar a Celesia —abogado, político y coleccionista— y a tantos otros que, entre papeles y tinta, contribuyeron a preservar nuestro pasado.