Presidencia de la Nación

Los nuevos tiempos de la política: partidos y masificación electoral

Gonzalo Arias reflexiona sobre el yrigoyenismo y la construcción de una democracia de masas en Argentina


Gonzalo Arias

Sociólogo, consultor político y autor de “Comunicar lo local” (La Crujía, 2019)

El politólogo francés Bernard Manin desarrolló la idea de que los gobiernos representativos sufren, desde finales del siglo XIX, distintos procesos de transformación, no necesariamente crisis, que interpreta como “metamorfosis de la representación”. Si bien toma como base los procesos acaecidos en Europa, es posible identificar en la Argentina de finales del siglo XIX y principios del XX, la primera metamorfosis, la transición entre el parlamentarismo y la democracia de partidos, cuando quedan atrás los partidos de notables y surgen los partidos de masas. Entre ellos, el más importante y precursor de dicho tiempo: la Unión Cívica Radical (UCR).

La sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, sumada a otros factores políticos y sociales, sirvieron para que la UCR abandonase su abstencionismo y se presentase a los comicios de 1916. Lejos de contener demasiadas novedades, la ley recuperaba tres elementos que la precedían:

1- La universalidad del voto -alcanzada sólo a varones- que ya existía en la provincia de Buenos Aires desde 1821 y que, al materializarse como derecho en la Constitución de 1853 se consideraba implícito a nivel nacional (1)

2- La potestad que el Estado Nacional tenía desde 1902 para empadronar obligatoriamente a todos (2)

3- El secretismo en la emisión del voto que ya regía desde 1905 (3)

No obstante ello, el aporte sustantivo de la Ley, además de agrupar en una sola norma reglamentaciones dispersas, es consagrar la obligatoriedad del voto. Una evidencia que echa por tierra la habitual creencia de que expandió el concepto de ciudadanía, incorporando masivamente nuevos electores. El cambio más notable estaba en que, como señala Sábato, “ya no se trataba de que cualquiera pudiera votar, sino de que todos debían hacerlo” (4). De este modo, la cantidad de votantes que sufragaron en el país pasó de 199.000 en 1910 a 745.781 en 1916. Habría que esperar hasta 1947 para que la definición de ciudadanía se modificase, cuando las mujeres pudiesen emitir su voto.

Lo que sí es cierto es que con la ley, se inició un nuevo período político. Si bien la norma no creó los partidos de masas, ciertamente fue necesaria para que estos terminasen por ocupar un rol central en la escena política y canalizaran los intereses y demandas de la creciente y heterogénea sociedad argentina que había emergido con el proceso de inserción del país en el sistema capitalista mundial. Así lo hizo durante las dos primeras décadas del siglo XX la UCR, convirtiéndose en el primer partido de masas que llega a la Presidencia (5).

La presencia que el radicalismo había logrado consolidar en las grandes urbes hacia 1916, materializó una notable diferencia electoral entre Yrigoyen y los candidatos Rojas (Concentración Conservadora), Justo (Socialista) y De la Torre (Partido Demócrata Progresista).


Hipólito Yrigoyen durante una gira proselitista, en su llegada a Rosario, 1926. Archivo General de la Nación, fondo Acervo Gráfico, Audiovisual y Sonoro. Referencia: AR-AGN-AGAS01-Ddf-rg-757-32161

La imagen que acompaña estas líneas data de 1926 y expone la llegada de Yrigoyen a Rosario en ferrocarril, como parte de la campaña electoral. Si bien ese año se elegían legisladores, el caudillo radical avizoraba lo que sería la contienda que lo volvería a llevar al poder en 1928 y continuaba con su característica forma de construcción política que tanto él como líder, y el radicalismo, entendían necesarias. La expansión y despliegue territorial, la organización estable en comités y la dinámica del liderazgo político de Yrigoyen, fueron los factores que le permitieron al radicalismo posicionarse entre 1916 y 1930 como el espacio más convocante. Un aprendizaje que, con el tiempo, irían adquiriendo otros partidos de masas.

(1.) Sábato, H., & Palti, E. (1990). ¿Quién votaba en Buenos Aires?: Práctica y teoría del sufragio, 1850-1880. Desarrollo Económico, 30 (119), 395–424.

(2.) Romero, L. A., & De Privitellio, L. (2011). 1916. Yrigoyen gana con la nueva ley. Historia de Las Elecciones Argentinas, 3.

(3.) De Privitellio, L. (2012). ¿Qué reformó la reforma? La quimera contra la máquina y el voto secreto y obligatorio. Estudios Sociales, 43, 29–58.

(4.) Sabato, H. (1990). La Revolución del 90: ¿prólogo o epílogo? Punto de Vista, 27–31.

(5.) Tagina, M. L. (2017). Comportamiento electoral y gobierno representativo en Argentina (1916-2016).

Para Inspiraciones: pensamientos desde archivos. Bicentenario del Archivo General de la Nación.

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