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El jueves 12 de junio de 2014, cuando el sensor MODIS a bordo de la misión Terra captó esta impactante escena, el Huracán Cristina había alcanzado la categoría IV, de las cinco que componen la escala de Saffir-Simpson, utilizada para medir la fuerza de este tipo de tormentas.

Dos días antes había comenzado a formarse en las costas del Pacífico Este a la altura de México, dando inicio a la temporada de huracanes 2014, junto con el Huracán Amanda, que tuvo lugar a fines de Mayo, alcanzando también la categoría IV.

No se cuenta con registros previos de huracanes tan intensos en la región durante esta época del año. En este sentido, se espera para esta temporada 2014, según los pronósticos, una intensa actividad en el Pacífico Este, como consecuencia del fenómeno El Niño, que eleva las temperaturas del océano y facilita la formación de tormentas.

Si bien no ha tocado tierra, el huracán Cristina ha dado lugar a fuertes oleajes y corrientes en el mar, con vientos máximos de 240 kilómetros por hora. También ha provocado intensas lluvias en el suroeste de México, siendo los más afectados los estados de Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero.

Pasado el 12 de junio, el huracán se ha ido debilitando, a medida que se desplazó en dirección noroeste, encontrando aguas más frías en la superficie del océano.