La multiplicidad de potenciales núcleos de convivencia como diversificación creciente del concepto tradicional de familia-habitante, la coexistencia de espacios de habitación y trabajo posibilitados por las nuevas tecnologías, la flexibilidad y/o mutabilidad requerida en un espacio que se pretende acompañe las variaciones en el ciclo vital y prácticas de sus habitantes, por solo enumerar los más evidentes, demandan introducir necesarias revisiones de tipos y disposiciones tradicionales.

En esta primera etapa de desarrollo se trabajó sobre la distribución en horizontal, proponiendo cinco categorías

1. Contiguo

Este tipo de configuración está determinado por la partición del espacio en un conjunto de compartimentos adyacentes que se comunican entre sí de modo directo, es decir, deben atravesarse para ir de un ámbito a otro.

2. Continuo

El carácter principal de este tipo de organización está dado por la indefinición de los límites espaciales. La partición del espacio tiene que ver aquí con intensidades de uso (ubicación y tipo de equipamientos y mobiliarios) presentando entonces, áreas de ambigüedad de uso.

3. Estriado

La organización de los equipamientos de manera lineal y seriada es lo que caracteriza este tipo de distribución, estableciendo ritmos de ocupación del espacio.

4. Agregado

Esta lógica se manifiesta en la separación de las partes constitutivas de una planta en una diversidad de elementos constituidos por algún tipo de regla que los comunica entre sí. Por lo general estas partes se yuxtaponen las unas a las otras.

5. Perímetro

Llamamos de este modo al tipo de organización en el cual la ubicación de distintos recintos, más o menos cerrados, determina la posibilidad de uso en el espacio entre estos y la envolvente que delimita el interior del exterior.