Los ENDE y sus técnicas de aplicación
La primera condición para la utilización de Ensayos No Destructivos es la formulación de una pregunta que guiará todo el proceso. ¿Qué se quiere saber? ¿Qué problema se quiere resolver? ¿Qué condición se quiere garantizar? “Suele confundirse método con técnica, dado que ‘método’ se refiere a los principios físicos y ‘técnica’ es la aplicación de un método, por eso nosotros desarrollamos técnicas para conocer o predecir el estado de los materiales valiéndonos de distintos métodos no destructivos”, sostiene el Ing. Pablo Katchadjian, jefe de Aplicaciones Tecnológicas de los Ensayos No Destructivos.
A lo largo de sus años de experiencia, enfrentó junto a su grupo en el laboratorio diversos retos. Desde los requerimientos para la detección de cierto tipo de defectos en los tubos de presión o los tubos de calandria de una central nuclear hasta la evaluación de una tuba en el Cementerio de la Recoleta en busca de los restos de Facundo Quiroga.
“Los métodos que disponemos son variados: ultrasonido, emisión acústica, corrientes inducidas, termografía, inspección visual, líquidos penetrantes, partículas magnetizables, radiografía y gammagrafía industrial, vibraciones, extensometría, correlación de speckles, microtopografía láser, análisis de la intensidad media dispersada, relevamiento sonoro, diagnóstico de fallas, análisis de seguridad, optimización de procesos, soldaduras y técnicas especiales”, enumera el jefe del área.
Ensayos No Destructivos en el reactor RA-6
Uno de los trabajos más significativos y complejos que desarrollaron fue la evaluación del reactor RA-6 de la CNEA, ubicado en el Centro Atómico Bariloche.
“Había una sospecha en Bariloche, porque se suponía que podía haber una mancha de óxido en la fondo de la pileta del reactor –recuerda Katchadjian– a pesar de que el material de construcción es acero inoxidable”.
El desafío no era sencillo: llegar con un dispositivo hasta el fondo de una columna de diez metros de agua, pasando más allá del núcleo del reactor.
La técnica que desarrollaron fue una sonda con un recinto estanco con sistema de iluminación –o sea, un cable largo con una cámara dentro de un dispositivo hermético– capaz de soportar tanto la presión del agua como las condiciones de radiación que siempre existen en el núcleo aunque esté apagado.
“Pudimos comprobar que no había óxido y que sólo eran un depósito de partículas que pudimos remover sin problemas”, relata el ingeniero Katchadjian.
Servicios para el sector metalúrgico
La capacidad de desarrollar técnicas de ensayo mediante métodos no destructivos resulta de suma importancia para una industria tan exigente como la nuclear y las distintas ramas de la metalurgia.
Desde el Laboratorio de Aplicaciones Tecnológicas de los Ensayos No Destructivos se realizaron también diversos desarrollos para el prototipo del reactor Carem de la CNEA, para las instalaciones de Nucleoeléctrica Argentina s.a. y de Conuar-FAE s.a.
“En general, lo que hacemos acá son desarrollos de algún dispositivo, de inspección, y capacitamos al personal de las empresas para que puedan aplicar los métodos”, concluye Katchadjian.