Diferencias entre obtener un préstamo y pedir un crédito
Si bien no es obligatorio que las personas saquen un préstamo o un crédito, en algunas ocasiones deben afrontar gastos para los cuales sus ingresos resultan insuficientes. En esos casos, y para cumplir con sus objetivos, deben endeudarse, ya sea tomando un crédito o un préstamo. Ahora bien, un préstamo y un crédito son dos cosas distintas.
Un préstamo es una suma de dinero que una entidad o persona entrega a otra a cambio de un precio determinado, que se establece comúnmente a través del pago del capital inicial más los intereses (es decir, el monto inicial prestado más lo que te cobra por prestarte), distribuidos en un período de tiempo determinado. La persona o entidad que presta el dinero se llama prestamista y el que lo recibe el préstamo se llama prestatario. El importe del préstamo se llama capital (o principal), que será devuelto en uno o varios pagos (pagos periódicos).
La devolución del préstamo (amortización) normalmente se realiza mediante el pago de cuotas regulares (mensuales, trimestrales o semestrales) a lo largo del plazo acordado. Cada cuota suele incluir parte del capital inicial prestado y los intereses acordados.
Se denomina crédito a la cantidad de dinero que una entidad o persona pone a disposición de otra (cliente). Al cliente no se le entrega la cantidad total al inicio de la operación, sino que podrá usarla según las necesidades de cada momento, utilizando una cuenta o una tarjeta de crédito, y abonando intereses sólo por el dinero efectivamente utilizado. A medida que devuelve el dinero podrá seguir disponiendo de más, sin pasarse del límite establecido.
Los créditos también se conceden durante un plazo, pero a diferencia de los préstamos, cuando el plazo se termina se puede renovar o ampliar. Los intereses de los créditos suelen ser más altos que los de un préstamo.