El cheque de pago diferido es un cheque librado (emitido) por una empresa que podrá ser cobrado en una fecha posterior, que puede ir desde los 7 hasta 360 días. Es decir que, si tenés una empresa, podés financiar el pago a tus proveedores con un cheque de pago diferido.

Existen dos caminos para descontar los cheques, esto es, cambiar cheques por efectivo antes de su vencimiento, y recibir financiamiento: a través de los bancos y a través del mercado de capitales. Al descontarlo, la empresa recibirá un monto inferior al valor del cheque como contrapartida del beneficio de recibir los fondos de manera anticipada. La diferencia entre el valor descontado y el valor nominal del cheque depende de la tasa de interés que se utilice en el mercado al momento de descontar el documento.

En general, para que los cheques sean negociados en el mercado es muy importante que estén avalados por una Sociedad de Garantía Recíproca (S.G.R.), lo que mitiga el riesgo crediticio de la empresa emisora del cheque y, por lo tanto, aumenta el atractivo para los inversores que están dispuestos a otorgar financiamiento.