Cooperativa El Archipiélago, todo lo necesario para filmar en Rosario
Esta experiencia asociativa impulsa la producción audiovisual en un espacio refaccionado gracias a un microcrédito otorgado por el Ministerio de Desarrollo Social.
Las producciones audiovisuales, en la actualidad, están presente en casi todos los momentos del día. Ya sea una publicación en las redes sociales realizada por un usuario con su teléfono, hasta los programas televisivos o productos de streaming. Estos últimos tienen algo en común: el alto costo de producción, desde las escenografías hasta los equipos de grabación son insumos muy caros.
Es a partir de esa problemática que un grupo de jóvenes ligados a la industria deciden crear un espacio de producción audiovisual. Decidieron que la mejor forma organizativa para llevar adelante el emprendimiento era creando una cooperativa a la que bautizaron Archipiélago. Carolina, actual presidenta, cuenta que el nombre con el que bautizaron a la empresa deriva de que prestan muchos servicios en un solo espacio, un gran lugar con muchas ramas diferentes. Desde producciones fotográficas, vestuario, equipos y un taller para crear escenografías, todo en un mismo lugar. Un verdadero archipiélago audiovisual.
El espacio que consiguieron para montar el proyecto es un galpón que cuenta con dos pisos, en planta baja se encuentran el depósito de equipos, el taller y un gran espacio para montar escenografía. En el primer piso se encuentran el estudio fotográfico dotado de todas las herramientas necesarias para llevar adelante el trabajo, una isla de edición, y un gran espacio donde realizan talleres de guión, y también, las asambleas de la cooperativa donde debaten el camino que seguirán. El segundo piso, aún en proceso de transformación, cuenta con un pequeño espacio donde se realizan animaciones, y dos ambientes más que serán reparados para así formar parte del proyecto.
Al iniciar el proyecto, el local estaba lejos de ser lo que es en la actualidad. Carolina, cuenta que cuando lo consiguieron, el lugar estaba en muy malas condiciones a causa del abandono. Paredes con humedad, el techo roto lleno de goteras y la inseguridad estructural propia de un edificio falto de mantenimiento. Es a partir de un microcrédito otorgado por el Ministerio de Desarrollo Social, al cual llegan por medio de la fundación La Base, que acceden al dinero necesario para cambiar el techo, y ahora, libre de goteras poder acondicionar debidamente el lugar y recuperar los espacios necesarios para poder comenzar a trabajar.
Comenta que piensan que el proyecto presentará una solución a los problemas que presenta el sector audiovisual, y más aún en Rosario, que no cuenta con las mismas posibilidades de oferta y financiación que si se pueden conseguir en Buenos Aires. Esperan ser el motor que movilice el crecimiento de las producciones en la zona y motorizar un espacio cultural variado y participativo.
El espacio cuenta también con un espacio de moda donde crean el vestuario necesario para cualquier producción, y a su vez, quien confecciona la ropa utiliza el lugar para mostrar y vender sus diseños de indumentaria. Sumando al Archipiélago una propuesta de diseño propia, que también sirve como herramienta de financiación para la modista que trabaja con ellos.
Carolina comenta el carácter colectivo de la iniciativa donde todos los cooperativistas participan de la toma de decisiones remarcando la estructura horizontal en el manejo de la productora audiovisual. En la actualidad siguen pensando nuevas ideas para sumar al proyecto en pos de mejorar la capacidad con la que actualmente cuenta, y a su vez analizando ideas para profundizar su participación en la sociedad de la mano de más talleres. Esta iniciativa muestra cómo la estructura cooperativista va consolidándose como herramienta productiva sumando nuevas experiencias en diferentes sectores, como lo es la producción de audiovisuales.