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La Cuesta de Miranda es uno de los principales atractivos turísticos de la Provincia de La Rioja, y se localiza a 35 km al oeste de la ciudad de Chilecito, sobre la Ruta Nacional N°40.

El nombre de la cuesta, se refiere al primitivo dueño de estas tierras, el capitán español Don Juan de Miranda.

La ruta que la recorre, tiene un trazado de cientos de curvas y contracurvas con una longitud total aproximada de 12 kilómetros, donde se puede apreciar un imponente paisaje, con numerosos desfiladeros, quebradas, subidas y bajadas.

El día 19 de noviembre de 2014, el sensor ASTER a bordo del satélite Terra, obtuvo una imagen que permite observar la Cuesta de Miranda.

El clima aquí, es muy seco y templado. Las escasas precipitaciones anuales, llegan a sumar 200 a 300 mm. El viento típico de la región es el Zonda, viento seco y cálido que sopla entre los meses de mayo y octubre.

La presente imagen se encuentra en combinación infrarrojo color, por lo que la vegetación puede identificarse rápidamente en color rojo. En las zonas montañosas la vegetación es escasa, xerófila y achaparrada, adaptada a la poca disponibilidad de agua. Por otra parte, al este de la imagen, en la zona de piedemonte, se puede identificar la localidad de Sañogasta, donde se observa mayor vegetación, debido a la presencia de numerosas fincas de nogales.

El camino permite llegar a una altura máxima de 2.020 m.s.n.m.. En su recorrido, se pueden apreciar una multiplicidad de colores debido a la composición de las rocas, el suelo, ríos y arroyos, y la vegetación. El color predominante del paisaje que atraviesa es el rojo, debido a la presencia de óxidos de hierro en la composición del suelo, que en la imagen en combinación Infrarrojo color se distingue de color amarillento. También se pueden observar grises y ocres que pertenecen a otras composiciones minerales de las rocas, que en la imagen en combinación infrarrojo color se observa en tonalidades azuladas, grises y verdosas.

Ponemos a disposición para su descarga, el modelo digital de elevación del terreno del área captada, permitiendo visualizar las abruptas variaciones de altura de la zona. Así, se puede advertir los numerosos arroyos y ríos que recorren las áreas más bajas de las sierras y los diversos relieves que sortean. También, se pueden observar las formas y dimensiones de las laderas.