El reactor RA-10 se convertirá en un polo regional de investigación y desarrollo como resultado de una de las mayores inversiones estratégicas realizadas por el Estado Nacional en el área de Ciencia y Tecnología.
La construcción del reactor tracciona, en su avance, sobre otros proyectos, para conformar un complejo de radioisótopos médicos, ciencia y tecnología nuclear, con impacto en la salud, ciencia y tecnología, industria y tecnología nuclear.
Impacto en la salud
El Tecnecio 99 es un radioisótopo que se utiliza de forma creciente en el mundo para el diagnóstico de enfermedades. Y crece también el interés mundial en otros radioisótopos para su uso terapéutico. El Reactor RA-10 y la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión (PPRF) abastecerán las necesidades nacionales y podrán contribuir a la demanda mundial aprovechando la oportunidad que se presenta por la salida de servicio de varios reactores de producción.
Impacto en ciencia y tecnología
Las técnicas neutrónicas son actualmente las herramientas más avanzadas para investigaciones y desarrollos de vanguardia en Ciencias de Materiales, Biología y Bioquímica. El Reactor RA-10, junto con su instalación asociada el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), ofrecerán instrumentos de primer nivel mundial vinculados a estas técnicas para la comunidad científico-tecnológica. El LAHN será la primera y única instalación clase mundial en ofrecer técnicas neutrónicas en América Latina, lo que lo convertirá en un polo científico - tecnológico para la creación de conocimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico.
Impacto en la industria
Otro destacable aporte del Reactor RA-10 será la producción de silicio dopado, materia prima de altísima calidad para el desarrollo de aplicaciones electrónicas de avanzada, y de fuentes de iridio industrial para la evaluación de la integridad y la calidad de construcciones a gran escala.
Impacto en tecnología nuclear
El RA-10, junto con el Laboratorio de Ensayo de Materiales Irradiados (LEMI), posibilitará estudiar el comportamiento de materiales nucleares, ampliando las capacidades de producir y calificar nuevos combustibles y componentes para futuros reactores experimentales y de potencia.
Como resultante el país contará con una instalación única en su tipo donde se conjugarán actividades de investigación básica, desarrollo tecnológico y producción, que impactan transversalmente en nuestras capacidades científico-tecnológicas.