El uso de las radiaciones ionizantes en la medicina se ha incrementado considerablemente en los últimos años, debido al importante avance en nuevas técnicas y tecnologías y nuevos desarrollos. Los beneficios en la detección, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades son indiscutibles para la calidad de la atención médica y salud de los pacientes, con gran impacto para la sociedad.

Sin embargo, los procedimientos médicos y odontológicos con radiaciones ionizantes deben estar adecuadamente justificados y los profesionales de la salud deben trabajar en minimizar la cantidad de radiación utilizada sin perjudicar la calidad del diagnóstico o tratamiento de los pacientes.

Las instalaciones y procedimientos deben cumplir con normativas y requisitos de seguridad adecuados para proteger al público y a los trabajadores que se desempeñan en los servicios de atención sanitaria.

La CNEA contribuye a través del Programa de Protección Radiológica del Paciente (PPRP) en la mejora y fortalecimiento de la seguridad frente a las radiaciones de los pacientes, los trabajadores de la salud y el público en general.

El PPRP trabaja en línea con las recomendaciones internacionales y en particular en las 10 Acciones de Mejora de la Protección Radiológica en Medicina.