Presidencia de la Nación

Centro Argentino de Protonterapia

Comisión Nacional de Energía Atómica

¿Cuál es la diferencia con la radioterapia basada en rayos X?


La Radioterapia es la especialidad médica que emplea radiaciones ionizantes para el tratamiento de patologías neoplásicas. Su aporte principal es el control local y regional de focos tumorales, pudiendo ser combinada con otras modalidades terapéuticas (cirugía, quimioterapia, inmunoterapia, etc.). Alrededor del 50% de los pacientes oncológicos requerirán acceder a la radioterapia en algún momento de su tratamiento.

La historia de esta disciplina cuenta con más de 100 años de desarrollo continuo, los que han permitido optimizar los resultados obtenidos en términos del control tumoral así como también de la reducción de efectos secundarios, gracias al avance de conocimientos científicos clínicos, físicos, radiobiológicos y técnicos.

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Argentina cuenta con alrededor de 80 centros de radioterapia, con capacidad para tratar a unos 65,000 pacientes/año mediante fotones o electrones externos, contabilizando aproximadamente unos 109 aceleradores lineales y 21 máquinas de cobalto, según reporta la Autoridad Regulatoria Nuclear (2019). En comparación con el primer mundo, los centros argentinos son pequeños o medianos en términos de la cantidad de máquinas por centro.

La Protonterapia es una de las modalidades de la Hadronterapia, o radioterapia con hadrones (protones, neutrones, partículas alfa, núcleos livianos), que comenzó en la década del 1940 como una actividad paralela en los centros de investigación de física de partículas. Su aplicación clínica se centró en tumores difíciles de tratar debido a una localización riesgosa, a menudo cerca del sistema nervioso central, o en tumores resistentes a los haces de fotones estándar disponibles. A fines de la década del 70 las mejoras en la tecnología de aceleradores, con el advenimiento de los ciclotrones y sincrotrones de altas energías, junto con los avances en imagenología médica e informática, hicieron que la terapia con protones fuera una opción viable para las aplicaciones médicas de rutina. A principios de la década de 1990 las instalaciones de protones fueron por primera vez establecidas en entornos clínicos, instalándose el primer centro en la Universidad de Loma Linda, California, EE.UU.

Las diferencias de la protonterapia con la radioterapia basada en rayos X radica en las propiedades físicas y radiobiológicas únicas de los protones. Los haces delgados de protones utilizados permiten entregar altas dosis en tumor, depositando poca energía durante su trayecto a través de los tejidos normales y frenándose completamente en el volumen a tratar, permitiendo evitar la irradiación de estructuras sanas en el camino del haz, algo que no es posible con los haces de rayos X de la radioterapia estándar. Además, su eficacia biológica en el final de sus trayectorias aumenta considerablemente, siendo capaz de ejercer un mayor grado de control tumoral.

Centro de control de Protonterapia
Imagen ilustrativa de la sala de control de un centro de protonterapia.

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