Acerca de este laboratorio
El Laboratorio de Bajas Temperaturas es un laboratorio de investigación de la Comisión Nacional de Energía Atómica y un laboratorio asociado del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología. Se encuentra en el Centro Atómico Bariloche, en Río Negro, Argentina.
8 investigadores permanentes y 5 técnicos permanentes
5 doctorandos y postdoctorandos
Más de 400 publicaciones revisados por pares (1967-2025)
149 tesis, 66 doctorados y 83 maestrías
Misión y Visión
Nuestras líneas de investigación se centran en diversas áreas de la física experimental de la materia condensada, en las que el laboratorio se encuentra a la vanguardia tanto en Argentina como a nivel internacional. Esta investigación fundamental también busca desarrollar técnicas experimentales especializadas y brindar un entorno estimulante a jóvenes estudiantes que deseen estudiar las propiedades estructurales, magnéticas, térmicas y de transporte de materiales relevantes para aplicaciones tecnológicas. El desarrollo de estas líneas de investigación está guiado por los siguientes objetivos generales:
- Contribuir a la educación y formación de profesionales en Física experimental de la materia condensada apoyando las actividades académicas del Instituto Balseiro (CNEA y Universidad Nacional de Cuyo).
- Contribuir a la investigación y educación en Física experimental de la materia condensada fortaleciendo las colaboraciones con socios académicos y científicos.
- Producir los líquidos criogénicos necesarios para la ejecución de nuestros estudios y para la investigación y desarrollo experimental en grupos de trabajo dentro del Centro Atómico Bariloche.
- Identificar áreas de investigación con posibles aplicaciones tecnológicas a largo plazo.
Historia
El Laboratorio de Bajas Temperaturas del Centro Atómico Bariloche tiene más de 65 años de tradición y es uno de los laboratorios originales propuestos por José Antonio Balseiro para brindar formación científica a los estudiantes del “Instituto de Física Bariloche”, hoy Instituto Balseiro. La idea original de Balseiro, apoyada por una colaboración con el Prof. James Daniels de la Universidad de Columbia Británica (1958-1959), fue establecer un laboratorio de Bajas Temperaturas en Bariloche que realizaría investigación en Física Nuclear. El proyecto original continuó con la llegada en 1961 del Prof. John Wheatley de la Universidad de Urbana, quien dio un fuerte impulso a las actividades técnicas del laboratorio. Cuando Wheatley dejó Bariloche en 1963, el laboratorio había enfriado desde temperatura ambiente a 15 mili Kelvin mediante el desarrollo e instalación de licuefactores de hidrógeno y helio 4 y 3, así como desmagnetización adiabática. Las tareas técnicas y científicas dirigidas por Wheatley se llevaron a cabo mientras se consolidaba un grupo de trabajo de estudiantes de grado y doctorado y técnicos.
Ese primer grupo de pioneros comenzó con los estudiantes María Elena Porta, Oscar Vilches y “Coco” Cotignola, el grupo de tres que fue en 1958 a Vancouver para comenzar a construir el equipamiento científico en el laboratorio del Prof. Daniels. Más tarde, con la llegada de Wheatley a Bariloche, Ana Celia Mota y Francisco “Paco” de la Cruz se unieron al grupo de estudiantes, y el técnico Heriberto Tutzauer se incorporó a las actividades técnicas. Este grupo de pioneros consolidó las primeras actividades científicas y técnicas del Laboratorio de Bajas Temperaturas. Los primeros cinco estudiantes del laboratorio finalizaron su tesis doctoral realizando sus investigaciones en Bariloche o en colaboración con otras universidades. Contribuyeron significativamente a la formación de físicos en el programa de grado y postgrado del Instituto Balseiro en esos años iniciales.
Durante las décadas siguientes (1960-1980), las actividades del laboratorio se enriquecieron con la variedad de temas estudiados y los avances técnicos. La labor científica y docente de Paco y María Elena de la Cruz consolidó el Laboratorio de Bajas Temperaturas como un laboratorio de referencia internacional en el campo de la superconductividad, en particular con la llegada de la superconductividad de alta temperatura crítica en 1986. La incorporación de Julián Sereni al laboratorio en 1969 también propició el desarrollo de una línea de investigación de renombre internacional en sistemas electrónicos fuertemente correlacionados. Estos logros se lograron en estrecha colaboración con los más de 50 estudiantes que Paco, Julián y otros han supervisado, estableciendo la misión y la visión que el laboratorio posee hoy en día.
Actualmente, el laboratorio continúa la tradición iniciada por estos pioneros y realiza investigaciones en superconductividad y sistemas electrónicos fuertemente correlacionados, apoyando firmemente la formación de jóvenes investigadores en Física experimental de la materia condensada a bajas temperaturas. Los alumnos y nietos científicos de Paco y Julián son ahora los investigadores que han tomado la posta de las bajas temperaturas en la Patagonia.