Transporte Polar ARA “Bahía Paraíso”: su participación como buque hospital
El Transporte Polar ARA “Bahía Paraíso” fue la primera unidad que se configuró como buque hospital de la Flota de Mar durante el conflicto de 1982. Tras haber participado en Puerto Leith y Grytviken de las acciones que permitieron la recuperación de las Islas Georgias del Sur, fue transformado de buque multipropósito a buque hospital en un período de 10 días por ingenieros, técnicos y operarios del Arsenal Naval Puerto Belgrano. Zarpó de la Base Naval Puerto Belgrano rumbo a las Islas Malvinas el 27 de abril de 1982.
El Transporte Polar ARA “Bahía Paraíso”, durante la Guerra de Malvinas, cumplió una función logística esencial: se transformó en un verdadero hospital en el mar, regresando de las operaciones a su apostadero habitual en la ciudad de Buenos Aires el 27 de junio de 1982.
Siendo un Transporte Polar de reaprovisionamiento, sus características fueron las que hicieron posible que se pudiera transformar en buque hospital, aprovechando sus amplios alojamientos, quirófano y sala de internación. Asimismo, el buque tenía agua potable a disposición, lo que era fundamental.
Mientras se encontraba participando de su primera Campaña Antártica de Verano, la de 1981/82, le fue asignada la misión de destacarse a las islas Georgias del Sur, donde a fines de marzo desembarcaron fuerzas especiales en Puerto Leith –para dar apoyo a unos desarmadores argentinos–. Días más tarde, el 3 de abril, fue parte de la recuperación de las islas Georgias del Sur.
Trasladaba a bordo un helicóptero Puma del Ejército Argentino, que helitransportó Infantes de Marina hacia Grytviken; y un helicóptero Alouette de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, que en primera instancia realizó vuelos de reconocimiento, y luego se ocupó del traslado de heridos, quienes recibieron atención a bordo del “Bahía Paraíso”.
Lograda la recuperación de las Georgias del Sur, se alojó en los camarotes de las cubiertas bajas a 35 prisioneros de guerra británicos, que fueron trasladados al continente.
Primer buque hospital
Después de las primeras acciones, el “Bahía Paraíso” quedó configurado como buque hospital; y en 10 días de trabajo en los Talleres Generales del Arsenal Naval Puerto Belgrano, se lo transformó de Transporte Polar a buque hospital, siendo el primero en constituirse como tal.
Se conformó el Departamento de Sanidad en Combate, que estuvo integrado por 17 médicos, 4 odontólogos, 2 bioquímicos y 60 suboficiales instrumentadores y enfermeros; completando la nueva función con instrucción a la tripulación para optimizar la asistencia sanitaria.
Se agregaron camas y se conformaron dos salas de internación general de 125 camas cada una; a 10 camarotes se les colocaron 4 camas para internación, se establecieron dos centros de recepción y clasificación de heridos, uno en cubierta principal y otro en el hangar y utilizando la salita de internación que tenía el quirófano, se hizo la sala de terapia intensiva. En total había 300 camas y cuatro quirófanos, uno de ellos de cirugía maxilofacial y oftalmológica. Además, se adecuaron locales a bordo para establecer laboratorios de análisis clínicos y hemoterapia; dos salas de rayos x totalmente equipadas; sala de yesos; un puesto de desintoxicación química; terapia intensiva con capacidad de 10 camas; depósito de cadáveres y una sala de quemados para 20 internados. El buque contaba con cubierta de helicópteros y dos helicópteros a bordo; un centro de recepción de heridos por vía aérea y otro por vía marítima.
Este grupo se conformó a bordo por secciones: el área quirúrgica –cirugía, traumatología y oftalmología–, una clínica y la Central de Sanidad en Combate, que hacía el seguimiento desde que el paciente ingresaba a la unidad. El Jefe del Centro Quirúrgico del buque hospital “Bahía Paraíso” era el Teniente de Navío Médico Alberto Coleta.
Un grupo de logística completaba el equipo de trabajo, eran los encargados de reponer antibióticos, placas radiográficas y todos los insumos necesarios. Los bioquímicos hacían los análisis y el mantenimiento de la sangre; en tanto que en el Departamento de Hemoterapia se inventó un sistema con soportes para que la sangre no se arruinara por el movimiento del buque y durara 30 días.
Al buque se le pintaron cruces rojas, se desalojaron camarotes para convertirlos en salas de recuperación de traumatología, se constituyó una nueva sala de quirófano y en la enfermería se organizó la sala de terapia intensiva. Asimismo, se modificaron dos pañoles como sala de internación intermedia y una de las bodegas se acondicionó como sala de recuperación de heridos leves.
Luego, en Ushuaia, se completaron los requisitos de buque hospital de acuerdo a lo que estipula la Convención de Ginebra para un buque en ese rol durante una guerra; y en representación de la Cruz Roja Internacional embarcaron dos veedores.
A los pocos días de haber zarpado de la Base Naval Puerto Belgrano, el 2 de mayo recibió la noticia del ataque al crucero ARA “General Belgrano” y llegó a la zona del hundimiento dos días más tarde. Con el apoyo de las aeronaves de exploración de la Aviación Naval, que sobrevolaban el área del naufragio, ubicaron la posición de las balsas
El “Bahía Paraíso” rescató del mar a 71 marinos con vida del “Belgrano” y 17 fallecidos, regresando el 12 de mayo. El buque los trasladó a Ushuaia, para luego zarpar nuevamente rumbo a Malvinas.
El “Bahía Paraíso” regresó al núcleo del conflicto el 29 de mayo. Arribó a Puerto Argentino el 1° de junio. La tarea de evacuación de heridos estaba acotada a cinco horas y, mientras sucedía, las pequeñas embarcaciones se amadrinaban para recibir provisiones.
El buque retornó al continente con evacuados, entre los cuales estaban los tripulantes del buque mercante “Río Carcarañá” y del transporte “Bahía Buen Suceso”, y regresó a Malvinas el 10 de junio. El 14, día del cese de fuego, el “Bahía Paraíso” estaba en Punta Quilla y de allí se trasladó a Puerto Argentino para cumplir la misión de recuperar personal y producir altas para el combate, además embarcaron 2100 hombres del Ejército Argentino para ser replegados al continente.
El “Bahía Paraíso” trasladó al 70% de los Infantes de Marina del Batallón de Infantería N°5 (BIM5) de regreso al continente, desembarcándolos en la Base Naval Puerto Belgrano en un viaje muy sentido por la tripulación, al compartir con ellos sus anécdotas, emociones y vivencias de guerra a flor de piel. La tripulación toda los estrechó entre sus brazos.
Durante su misión como buque hospital tuvo contacto con los buques hospitales HMHS “Uganda” y el buque hospital “Herald”. Realizaron intercambio de pacientes y de materiales, ya que el “Uganda” se había quedado sin determinados insumos y unidades de sangre, que fueron aportados por el “Bahía Paraíso”.