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Enfoque Climáticamente Inteligente

La agricultura climáticamente inteligente (CSA, siglas en inglés) constituye un enfoque que ayuda a orientar las acciones necesarias para transformar y reorientar los sistemas agrícolas a fin de apoyar de forma eficaz el desarrollo y garantizar la seguridad alimentaria en el contexto de un clima cambiante. Esta persigue tres objetivos principales:

  • El aumento sostenible de la productividad y los ingresos agrícolas.
  • La adaptación y la creación de resiliencia ante el cambio climático.
  • La reducción y/o absorción de gases de efecto invernadero.

La agricultura climáticamente inteligente fue concebida como marco para abordar estos tres desafíos y puede facilitar la transición a una agricultura y unos sistemas alimentarios que sean más productivos, más sostenibles y más respetuosos con el clima. Esto se logra promoviendo la adopción de prácticas inteligentes en función del clima, que hayan demostrado ser eficaces sobre la base de pruebas sólidas y brindando un entorno propicio que incluya finanzas, instituciones y políticas favorables.

La agricultura climáticamente inteligente no es una técnica, ni un nuevo sistema de producción ni un conjunto de prácticas adecuadas para todos los contextos, sino más bien un planteamiento basado en la adopción de medidas en tres planos dirigido a identificar los sistemas de producción existentes que pueden responder mejor a los efectos del cambio climático.

Los enfoques de este tipo de agricultura ayudan a identificar los sistemas de producción que son adecuados para la adaptación y, en la medida de lo posible, la mitigación, y permiten que las instituciones amplíen la escala de las respuestas para hacer frente a los desafíos que plantea el cambio climático en lugares específicos. Proporcionan los medios para ayudar a las partes interesadas a nivel local, nacional o internacional a elegir las estrategias agrícolas que pueden adaptarse con mayor facilidad a condiciones climáticas específicas. Dichos enfoques se establecen para identificar y abordar la compensación de ventajas y desventajas que puede tener que hacerse entre los tres objetivos de este tipo de agricultura. De este proceso surgen opciones pragmáticas específicas para cada contexto que pueden orientar la adopción de decisiones basadas en hechos comprobados. La clave del éxito consiste en la realización de iniciativas coordinadas a largo plazo de todas las partes interesadas en todos los niveles, desde el plano de los productores hasta el plano mundial.

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