Presidencia de la Nación

¿Qué es la ley de 1000 días?


La Ley 27.611 de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia”, conocida como Ley 1000 días, tiene como objetivos proteger, fortalecer y acompañar el cuidado integral de la vida y la salud de las personas gestantes y las niñas y los niños en sus primeros 3 años.

Establece prácticas de prevención y protección promoviendo una mirada integral de este curso de la vida, entendiendo las muy diversas realidades en que las familias cuidan y crían a sus hijas e hijos y cómo las comunidades acompañan en esos cuidados. En tal sentido las crianzas tienen la huella de la cultura de las personas acerca de cómo niñas y niños deben ser cuidados y acompañados y esto puede variar de una comunidad a otra.

Mientras transcurren los primeros años, niñas y niños son cuidados y criados en distintos espacios físicos, sociales y culturales (hogares, centros de salud, centros de desarrollo infantil, espacios comunitarios, jardines maternales, etc.). A estos lugares, incluyendo las personas que están ahí los reconocemos como “entornos de crianza”.

La Ley 1000 días se propone ampliar derechos, asegurando el acceso a un sistema integral de cuidado, a través de políticas de ingreso, identidad, salud, desarrollo social, educación, protección, género, cultura.

Nos obliga a dialogar, a intercambiar saberes, a compartir información útil, a vincularnos mejor para generar entornos más amorosos para las niñeces que cuidamos y de esta forma garantizar su bienestar.
Para aportar a un mundo libre de violencias tenemos que encontrar mejores maneras de relacionarnos desde etapas tempranas de la vida, priorizando el valor de los vínculos. Por todo esto, la Ley 1000 días es una verdadera herramienta para la transformación social.

¿Por qué 1000 días?

Es el tiempo, contado en días aproximados, en el que transcurre el embarazo, el nacimiento y hasta los 3 años de vida. Es un período importante porque tiene profundos efectos en la salud integral tanto en ese presente como en el futuro de las personas.

Es uno de los “cursos de vida” más importantes si se tiene en cuenta el desarrollo y el crecimiento de las personas, que sienta las bases para la salud, el bienestar, el aprendizaje y favorece la autonomía.

Esto significa que lo que se haga hoy para cuidar a las personas durante los 1000 días tendrá efectos en el resto de sus vidas, e incluso en las generaciones futuras. Nuestra salud, la de nuestra familia y la de la comunidad a la que pertenecemos se construye día a día y nunca es tarde para generar cambios positivos.

Existen derechos, acciones y prácticas de protección que son relevantes en esta etapa de la vida; tenemos la educación sexual integral, el respeto por el deseo y la decisión de maternar, los controles durante el embarazo, el parto y nacimiento respetados y seguros, el apoyo comunitario, la lactancia, las vacunas, el abordaje de las violencias, los espacios para crianzas amorosas, entre otras herramientas.

Cuidar la salud y los procesos de salud-enfermedad, promover una vida saludable, prevenir enfermedades, lesiones, violencias, reaprender a jugar y disfrutar con las niñeces es tener una comprensión integral de este período de la vida, entendiéndolo como un proceso continuo.

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